Vivimos en la era del cuidado personal. El número de personas que realiza cualquier tipo de actividad para mantenerse en forma crece cada día, y no solo porque hemos llegado a concienciarnos correctamente de que una vida sana es una vida feliz, sino también porque cada día nace un nuevo deporte, disciplina o ejercicio, lo que hace más fácil que cada uno de nosotros encuentre el entrenamiento que más se adapta a su persona.
La actual oferta de nuestros gimnasios puede parecer abrumadora, y si somos de aquellas personas que llevan sin ejercitarse un tiempo, o si no lo hemos hecho en nuestra vida, nos puede echar para atrás el intenso ritmo de nuestros monitores y compañeros.
Por suerte, siempre nos quedará el ejercicio primigenio, aquel para el que no hace falta pagar cuotas ni equipamiento y el que requerirá menos esfuerzo por nuestra parte: caminar.
Pero, ¿es realmente efectivo el caminar para
perder peso? Por supuesto, pero existen ciertos elementos que debemos tener en cuenta.
Como con todo ejercicio, lo importante para perder masa corporal no es tanto la intensidad puntual como la regularidad en el ejercicio. Es decir, salir en una caminata que dure horas y nos haga sudar no nos valdrá de nada si solo lo hacemos una o dos veces por semana. Tenemos que ser constantes.
Los expertos declaran que lo ideal para empezar a ver resultados pronto es andar unas dos horas y media a la semana, repartiendo ese tiempo en cinco días y descansando dos.
Estos dos días de relax no pueden ser consecutivos si queremos maximizar el esfuerzo. Por tanto para que nuestras caminatas sean efectivas debemos dedicarles cada día al menos 30 minutos aunque es recomendable alargarlas un poco más.
Durante los primeros 20 minutos de caminata el "combustible" que gastaremos será el azúcar que tenemos en sangre. Cuando ese azúcar se agote nuestro cuerpo empezará a desechar, ahora sí, la grasa corporal.
La Organización Mundial de la Salud recomienda andar siete kilómetros al día si nuestro objetivo es perder peso, lo que equivaldría aproximadamente a unos 10.000 pasos por caminata. Teniendo en cuenta que la persona media tarda unos 30 minutos en dar unos 4.000 pasos, para que podamos ver resultados en nuestras básculas deberemos caminar algo más de una hora por jornada. Con todos estos datos en la mano llegamos a la conclusión de que, si quieres perder peso caminando, has de hacerlo entre 30 y 75 minutos al día. Obviamente, comenzarás a notar los resultados antes si te acercas a la hora y cuarto que si lo haces solo durante treinta minutos, pero ambas maneras son efectivas. La única pregunta es ¿cuánta prisa tienes por perder esos kilos de más?
Ni que decir tiene que todos esos pasos no nos servirán de nada si no nos ceñimos a
una dieta sana. Pocos resultados veremos si al llegar de nuestro paseo nos atiborramos a pasteles.
Feliz caminata.
Redacción COSMO
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