Pocos apostaron por Steve Carell al inicio de su carrera. Aunque sus innegables dotes para la comedia quedaron patentes desde sus primeras apariciones en pantalla, en sus primeros papeles como actor parecía relegado a comparsa de cómicos más conocidos.
Estos fueron los casos de sus pequeñas partes en Como Dios, a la sombra de Jim Carrey o El Reportero, a la de Will Ferrell.
Pero película a película Carell comenzó a hacerse un nombre, aunque más que por sus comedias, esto sucedió por las sorprendentes actuaciones que nos regaló en cintas de corte más dramático como Little Miss Sunshine, Dan in real life o en Foxcatcher, una peli que le reportó su primera nominación a los Oscar.
Cosmo te propone una Noche con Steve Carell con la emisión de dos de sus cintas: La Cena de los Idiotas, remake americano del clásico francés que le une a Paul Rudd (Antman) y Buscando un amigo para el fn del mundo, tragicomedia sobre los últimos días del planeta y cómo no pasarlos en soledad, y que interpreta junto a Keira Knightley.
Para prepararnos, vamos a repasar la obra de otros actores que consiguieron el prestigio cuando pasaron de la comedia al drama.
Robin Williams. El recordadísimo cómico pasó su juventud de programa en programa sorprendiendo al mundo con su infinito repertorio y sus muecas de goma. En 1987 se pensó en él para protagonizar el drama de un locutor de radio en Good Morning Vietnam, peli que le reportó muy buenas críticas y que le permitió protagonizar después al inolvidable profesor de El Club de los Poetas Muertos. Durante el resto de su carrera, Williams pasaría de la comedia al drama con una facilidad pasmosa.
Jim Carrey.
El que fuera el payaso oficial de Hollywood durante al cambio de siglo se cansó de las muecas y estuvo sorprendente comedido en su primer papel dramático, El Show de Truman, con el que enamoró al público de la misma manera en la que su personaje encandilaba a los espectadores en la ficción. Su siguiente papel dramático, en el que se metía en la piel del cómico Andy Kauffman, le convirtió en uno de los actores más cotizados del momento y, según él mismo cuenta, le dejó algo tocado.
Bill Murray. Lost in Translation no fue ni mucho menos el primer papel dramático de Murray, pero hasta aquel entonces, y él ya era bastante maduro cuando rodó la película de Sofia Coppola, no se acababa de sacudir el aura de graciosete despreocupado. Hoy día se cuenta como uno de los actores más solicitados y prestigiosos de la industria y es un habitual de las cintas de Wes Anderson.
Tom Hanks. Puede que los más jóvenes del lugar ni siquiera sepan que el dos veces ganador del Oscar y uno de los actores más taquilleros de la historia, Tom Hanks, comenzó en esto del cine haciéndole muecas a la cámara. En los 80 protagonizó una buena serie de comedias ligeras como Splash, Despedida de soltero o Esta casa es una ruina, y fue precisamente otra comedia, Big, la que lo puso en el candelero. Aunque el verdadero éxito como actor le llegaría con Philadelphia, la cinta en la que interpretaba a un abogado con sida que le valió el primero de sus dos Oscar. Desde entonces, lo raro es verle en comedias.
Steve Carell. Nuestro protagonista de esta noche puede presumir de poder elegir aún el género de sus cintas, y pasa con normalidad de auténticos dramones a las comedias más locas que puedas imaginar. Desde sus inicios en la versión norteamericana de la serie The Office hasta su éxito de público con la saga de Gru, mi villano favorito, en la que pone voz al protagonista, Carell ha conseguido ese imposible equilibrio entre la risa y la lágrima.
Y puedes comprobarlo con la emisión de las dos cintas que emitimos, y que también puedes disfrutar en las siguientes emisiones.
Sábado 28 de Julio a las 22:31
Domingo 29 de Julioa las 18:54
Miércoles 1 de Agosto a las 00:15
Miércoles 1 de Agosto a las 00:15
Domingo 29 de Julio a las 00:23
Martes 31 de Julio a las 17:00
Viernes 3 de Agosto a las 09:00
Redacción COSMO
Noticias escritas por el equipo de redacción de COSMO.
