COSMO emite el film el domingo 28 octubre a las 15:20h.
La Bella y la Bestia es uno de esos cuentos eternos que permanecen en el imaginario colectivo. Una historia clásica por la que no pasan los años, y de ahí que cada poco tiempo tengamos en la pantalla grande una nueva revisión del mito.
COSMO emite
ESTA DOMINGO 28 de octubre a las 15:20 h. la versión francesa de
'La Bella y la Bestia'. Francia es el país en el que originalmente se escribió el libro, dirigida por
Christophe Gans (El pacto de los lobos) y protagonizada por
Vincent Cassel (Cisne Negro) como el monstruoso príncipe encantado y
Léa Seydoux (La vida de Adele, 007 Spectre) como la hija de un condenado que se ofrece voluntariamente como prisionera, y así salvar la vida de su padre.
Para celebrar la emisión vamos a hacer un repaso a las curiosidades más notables de este clásico inmortal.
El origen de la leyenda. Como todo cuento clásico, es difícil datar el origen de La Bella y la Bestia. Son muchos estudiosos los que afirman en que la primera versión se creó nada menos que en S.
II de la mano de Apuleyo, un escritor residente en una colonia del Imperio Romano. Pasarían muchos siglos, hasta el XVIII, hasta que la historia se volviera a escribir. La nueva versión, de Suzanne Barbot de Villeneuve en 1740 tendría ya muchos puntos en común con el cuento que ha llegado a nuestros días, pero no sería hasta 1756 en la que el novelista Jeanne-Marie Leprince de Beaumont creó la obra definitiva. O al menos, aquella que nosotros hemos llegado a conocer.
Una historia ¿real? Aunque esto nos sorprenda, muchos historiadores afirman que el origen de la historia tiene un poso real, al menos la reinterpretación que escribió Beaumont. Obviamente, no existía ningún príncipe con forma de jabalí bípedo, pero sí un noble con el cuerpo cubierto de pelo. Hablamos de Petrus Gonsalvus, un gentilhombre en la corte de Enrique II de Francia que sufría una enfermedad llamada hipertricosis universalis congénita, por la que todo su cuerpo estaba cubierto de pelo. Causó un gran revuelo en la corte parisina del S. XV y no es ilógico pensar que los escritores que adaptaron la obra lo tuvieran como referencia. Según quedó reflejado por uno de los escribas de la corte, "su cara y su cuerpo esta recubierta por una fina capa de pelo, de unos cinco dedos de largo (9 cm.) y de color rubio oscuro, más fina que la de una "marta cibellina" y de olor bueno, si bien la cubierta de pelo no es muy espesa, pudiéndose apreciar bien los rasgos de su cara".
La semilla de mil historias. La Bella y la Bestia es un cuento clásico que se ha adaptado al teatro y al cine en más ocasiones de las que podemos contar, pero también ha servido de inspiración para otros célebres novelistas y cineastas que se han valido de su premisa para crear sus propias historias. ¿Ejemplos? 'King Kong', 'El jorobado de Notre Dame', 'El Fantasma de la Ópera'... todas obras en las que un torturado personaje con deformidades se enamora de una hermosa dama.
Una bestia de la interpretación. Desde sus inicios en los años 90, Vincent Cassel ha sido sin discusión el tipo duro del cine francés. Su elección como el bestial príncipe maldito es bastante lógica y además requería de un doble esfuerzo del intérprete. Todas sus escenas se tuvieron que rodar en dos tandas. Primero en las localizaciones de Francia, en el que iba ataviado con los trajes del personaje pero con una incomodísima máscara de hockey en la cara. Esta tanda servía para capturar los movimientos de su cuerpo. La segunda se rodó en Canadá semanas después, y el actor tenía que memorizar todos los movimientos que hizo en la primera tanda, pero esta vez con dispositivos que capturaban los movimientos en su rostro, y que más tarde se transformaron por el arte de los ordenadores en la Bestia que vemos en pantalla.
Redacción COSMO
Noticias escritas por el equipo de redacción de COSMO.
