Todos hemos pasado por eso. Es triste, es duro... pero
todo tiene solución. Cuando sufrimos una
ruptura sentimental, sobre todo cuando es nuestra pareja la que decide acabarla unilateralmente, nos sentimos como si fuera el fin del mundo.
Pero no lo es. Nunca lo es. Y de una situación original tan negativa,
podemos sacar frutos que nos conviertan en un futuro cercano en una mejor y más preparada persona.
Tras una larga relación de pareja, volver a sentirnos solos nos trae un conjunto de sensaciones que nos hace caer en la desesperación y en el abatimiento, pero en el fondo, todos nosotros sabemos que hay una luz al final del camino.
Una buena manera de afrontar una ruptura es centrarnos en las cosas buenas que esta situación nos trae, y que nosotros te recopilamos aquí por si necesitabas que alguien te las recordara en estos duros momentos.
1- Volver a disfrutar de tu propio espacio: tras haberlo compartido todo con otra persona muchas veces dejamos de buscar nuestra felicidad individual y abandonamos actividades que nos gustaba practicar. La ruptura nos permite rehacer nuestra vida según nuestra voluntad. Viaja, experimenta, retoma, practica... el único límite es el que tú te pongas.
2- Recuperar la paz mental: antes de una ruptura definitiva, es más que probable que haya existido un periodo agitado y desagradable dentro de la relación. El fin de esta conlleva también el fin de
las discusiones,
los celos, las dudas, la intranquilidad... Poco a poco iremos recuperando el equilibrio y nuestra estabilidad mental.
3- Soltería no significa soledad: aunque nos hayamos apoyado casi exclusivamente en una persona durante la anterior etapa de nuestras vidas, estar soltero no significa estar solo. Apóyate en tus amistades y retoma el contacto con aquellas personas que te hacían sonreír en el pasado.
4- Tener más seguridad de lo que queremos en el futuro: mientras más mayores nos hacemos, más sabemos lo que queremos, y esto no es una excepción en las relaciones de pareja. Aunque hayan acabado en ruptura, cada media naranja se va aproximando más a aquello que buscamos verdaderamente en otra persona. Somos más selectivos y no nos dejamos engañar dos veces por la misma mentira. Vamos por lo tanto afinando en nuestras relaciones y cada vez seremos más conscientes de lo que es importante para nosotros en la otra persona.
5- Podemos reinventarnos: ¿qué mejor momento de este? En muchas ocasiones la última etapa de nuestra relación saca lo peor de nosotros y acabamos sin gustarnos demasiado a nosotros mismos. Es el momento de edificar nuevos cimientos en nuestra vida y dirigirla en una dirección más satisfactoria.
Si has leído este artículo habiendo sufrido una separación recientemente, es más que posible que todo esto te suenen a palabras vacías, puesto que es una periodo casi inconsolable en el que vemos el mundo como un lugar mucho más hostil y oscuro, pero hay pocos días más felices en la vida de una persona que aquel que, sin saber muy bien por qué, nos levantamos de nuevo felices y cargados de ilusión tras pasar por la tristeza de una ruptura. Ese día te está esperando. Lucha por él.
