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Anoche se celebraba en Londres la gala de premios de la música más importante de Inglaterra, los BRIT Awards. Sirven para reconocer a los artistas con más talento del país. Como en todas las galas hay actuaciones, discursos, emociones y alguna lagrimilla que otra.
En la última edición la lagrimilla se le salto Madonna y no por haber ganado ningún premio sino por la caída que tuvo nada más empezar su actuación.
Logicamente no es la primera vez que pasa, con esos vestuarios de infarto, tacones y escenarios inclinados lo difícil es que no pase algo de esto.
La reina del Pop, calló de espaldas unas cuantas escaleras debido a la capa infinita que llevaba y al exceso de viento. En el momento nadie sabía qué hacer, pero rápidamente la cantante se levantó, se estabilizó y siguió con su actuación como si no hubiese pasado nada.
No todas las actuaciones son fáciles, seguramente la próxima vez que Madonna decida ponerse una capa se lo pensará dos veces.
Redacción COSMO
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