En una industria cinematográfica en la que todos los galanes tienen aspecto de macho alfa, el caso de Joaquin Phoenix es especialmente llamativo.
El espectro de sensaciones que despierta el actor van desde la de lobo solitario a la de tímido intelectual, pues si por algo ha luchado Joaquin desde el inicio de su carrera es por salir del encasillamiento que Hollywood parece imponer a todas sus estrellas.
Este fin de semana podremos disfrutar de su presencia como hermano de Mel Gibson en la cinta fantástica
Señales y, para celebrarlo, vamos a hacer un repaso a algunos datos curiosos de su vida y obra.
"Hoja" Phoenix. Su nombre hispano no es capricho de sus padres, pues Joaquín nació en San Juan, Puerto Rico. Lo que sí fue un capricho de sus padres fueron los nombres tirando a hippies de sus hermanos. A saber: River, Summer y Rain (Río, Verano y Lluvia respectivamente).
El pequeño Joaquin se sintió desplazado del grupito de nombres que evocan a la naturaleza, así que durante su infancia obligó a su familia a llamarle Leaf (hoja) o Kitten (gatito), ideas que descartó al cumplir los 9 al aceptar su verdadero nombre.
El recuerdo de su hermano. Joaquin es el hermano menor del recordado River Phoenix, tristemente desaparecido tras una sobredosis de droga en 1993, cuando su carrera estaba despegando. Tal palo no fue bien digerido por Joaquin, que pasó el año siguiente sumergido en una espiral de compañías y lugares poco recomendables. Pero afortunadamente, acabó despertando a la vida de nuevo y trajo consigo un mantra: continuar con el legado de su hermano en el mundo de la actuación.
El comprometido Joaquin. Como hemos visto más arriba, los padres del actor le educaron a él y a sus hermanos en el amor y el respeto por la naturaleza. Convencido vegano desde su infancia, Joaquin lleva su compromiso más allá de la comida. Tuvo que salir descalzo en una sesión de fotos para la firma Prada pues se negó a posar con zapatos de piel y, en cintas como Gladiator, exigió que todo su vestuario fuera sintético.
La broma más elaborada. A todos los fans del actor les extrañó que este anunciara su retirada del cine en 2009, y más aún, que lo hacía para comenzar una nueva carrera como rapero. Joaquin comenzó entonces a comportarse como una diva insoportable, pidiendo extraños caprichos para sus camerinos, dejándose una poblada barba y comportándose de manera antisocial. Al final se desveló de que todo se trataba de una broma. La verdadera intención del actor era hacer un documental acerca de los peligros de la fama y cómo esta nos cambia, para lo que tuvo que meterse en el personaje que había creado incluso en su tiempo libre, cosa que se reflejó en la prensa cinematográfica y del corazón durante ese periodo, en el que sus fans temían por su cordura. El documental, I'm Still Here (Sigo aquí) es un extraño experimento en el que también colaboran, como cómplices, actores como Ben Stiller o Jamie Foxx.
Esa cicatriz. La prensa achacó la cicatriz característica sobre su labio al pasado camorrista del actor, algo que él nunca negó pues pensaba que toda publicidad, aunque fuera mala, le beneficiaba. Finalmente, declaró que es simplemente una marca de nacimiento o mejor dicho, una herida que sufrió cuando aún estaba en el vientre de su madre.
Tienes la oportunidad de enfrentarte junto a él al misterio de las
Señales, este sábado a las 22:35 en COSMO.
Redacción COSMO
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