Era la culminación a una historia de amor de cuento de hadas y por ello no es extraño que todas las miradas se hayan posado en la última boda real en Suecia y, sobre todo, en su gran protagonista, con permiso del novio y del resto de miembros de la realeza: Sofia Hellqvist, la nueva princesa sueca ya feliz esposa del príncipe
Carlos Felipe.
Tras recorrer un largo y difícil camino,
Sofia Hellqvist, ex modelo y concursante de realities, daba por fin el sí quiero a su príncipe y lo hacía con un look de excepción, digno de un miembro de la realeza y que ha recibido las mejores críticas tanto por parte de los suecos como de los especialistas.
El vestido de la novia, el secreto mejor guardado de toda boda, se preveía ya como un gran acierto, incluso antes del enlace. Y es que lejos de optar por un diseñador extranjero como sí hiciese la princesa Magdalena, Sofia apostaba por la sueca Ida Sjösted para su vestido de novia. El modelo,
un vestido de manga larga y escote en pico ceñido en la parte superior hasta la cintura.
El diseño, en tres tonos diferentes de blanco, estaba confeccionado con crepe de seda y aplicaciones de encaje que cubrían las mangas y la parte superior procedentes de la manufactura del español José María Ruiz, proveedor especializado en la venta de tejidos naturales, cuyas telas ha lucido también en varias ocasiones la reina Letizia en su guardarropa.
Como no podía ser de otro modo, tratándose de una novia de la realeza, Sofia lució una larga cola en su vestido y complementó el look con un largo velo de tul rematado en encaje de algodón puro bordado a mano. Aunque sin duda, si hubo un elemento que destacó por encima de cualquier otro fue la tiara que llevó la ya princesa sueca: una preciosa creación de brillantes y esmeraldas, regalo de los reyes de Suecia con la que brilló como se espera de una novia real. Esta fue, junto a unos pendientes de brillantes en forma de lágrima, la única joya que lució la joven.
El ramo fue otro de los elementos destacados del estilismo de Sofía de Suecia, que cumplió con la tradición del país nórdico: que toda novia de la realeza lleve mirto en su boda. Así, Sofia apostó por un bouquet asimétrico compuesto por rosas y mirto en tonos crema y coral, la misma combinación de colores cálidos que empleó en la decoración floral de la capilla, desde los bancos hasta el altar.
Maquillaje y peluquería
Pero por supuesto, el look de una novia no está completo si la peluquería y el maquillaje no acompañan y en el caso de Sofia Hellqvist también lo hacían. A lo largo de los años y conforme se iba ganando la aceptación de la Familia Real Sueca, las elecciones de Sofia en materia de peluquería y maquillaje se volvían más clásicas, dulces y menos arriesgadas. Su look de novia ha sido la confirmación de esta tendencia.
Para su gran día, la nueva princesa sueca apostaba por el maquillador William Värnild que optaba por la naturalidad para la novia. Los tonos neutros y un mayor protagonismo de la mirada frente a los labios fueron las claves de un beauty look que deslumbraba a todos.
Por su parte, para el peinado, Sofía optaba por un recogido bajo obra de Marwan Hitti, que muy acorde con lo que estamos acostumbrados a verla lucir en sus actos oficiales, dulcificó los rasgos de la princesa dándole un toque más atemporal y sobrio. ¡Un claro acierto!
Y es que si hay algo sobre lo que no hay duda es que el estilismo de Sofia en su boda nos ha conquistado y que ni ella ni nadie olvidaremos el que sin duda será uno de los looks más importantes de su vida: el que ha lucido para dar el sí quiero a su príncipe y convertirse así, oficialmente, en princesa.
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Zankyou.
Fotos: Casa Real de Suecia, Gtres.
Sandra Miranda Pozón / Zankyou
Periodista, licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, experta en redacción y marketing online. Me apasiona el mundo de la comunicación y de las bodas. He trabajado en periódicos y agencias de comunicación, y he colaborado con revistas como Cosmo TV, Zankyou, YoDona, Enfemenino, Nosotras y FemQuality.
