Si ya lo decía Julio Iglesias en sus canciones lo mucho que le gustaba, y viendo lo bien que está a sus años, algo estaba claro: el vino no puede ser malo para el
body. Es más, el consumo moderado de vino tinto sienta muy pero que muy bien.
La ingesta de vino o de zumo de uva roja tiene numerosos beneficios, entre ellos, destaca la
mejora del metabolismo y su contribución a mejorar el estado del hígado graso.
La ingesta moderada de esta bebida
mejora los trastornos metabólicos asociados al exceso de peso como el hígado graso. Varias investigaciones afirman que el consumo de uva roja ya sea en forma de vino o como fruta o zumo sin fermentar, influye positivamente en la actividad del funcionamiento hepático. Además, también puede
ayudar a quemar grasas a quienes tienen sobrepeso.
En un estudio se evaluó el comportamiento de las células hepáticas y las grasas humanas cultivadas en laboratorio.
Estas fueron expuestas a extractos de cuatro químicos naturales presentes en la uva moscatel. De esta forma, se pudo comprobar que uno de ellos, el ácido elágico, desacelera el proceso de crecimiento de las células grasas existentes, previene la aparición de otras nuevas y además impulsa el metabolismo de los ácidos grasos en las células hepáticas.
El experimento que también contó con la ayuda de expertos de la Universidad de Florida y de Nebraska, evaluó a un grupo de ratones sometidos a dos dietas distintas: una normal (con solo un 10 de grasa) y otra con un 60% de grasa, muy parecida a la dieta poco saludable que consumen algunos seres humanos.
A las diez semanas de iniciado el experimento, los animales con esta última dieta desarrollaron hígado graso y signos de diabetes. Una vez que recibieron el extracto de uva, ambos niveles disminuyeron. También aumentaron las proteínas que funcionan dentro de las células para metabolizar la grasa y el azúcar.
Redacción COSMO
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