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Cómo doblar y almacenar tu ropa de invierno

Un vídeo consejo de Carmen Velarde

09/03/2021
doblar_ropa


Poco a poco nos vamos deshaciendo del frío y dando la bienvenida a la primavera. Aunque no todo es positivo. Las personas con alergias estarán de acuerdo con nosotros. Además, a todos nos toca pasar por una ceremonia que se repite todos los años: remodelar el interior de nuestros armarios para colocar la ropa de verano en posiciones más accesibles, relegando la de invierno al fondo.

Un ritual primaveral que nos obliga a colocar nuestra ropa más abultada en los espacios más reducidos del armario y que quedarán a la espera del regreso de los tiempos fríos. Abrigos, edredones y demás tendrán que convivir en una pequeña fracción del ropero, lo que no es siempre fácil de conseguir.

Nuestra amiga y colaboradora Carmen Velarde nos trae la solución en otro de sus Cosmoclips, sus útiles consejos en forma de vídeo. En esta ocasión vamos a prepararnos para almacenar nuestra ropa de abrigo para que acabe ocupando el menor espacio posible dentro de nuestros armarios.





Toallas


Doblar una toalla en forma de cuadrado o rectángulo puede parecer a priori la forma más eficiente y la que nos traerá un mayor ahorro de espacio. Pero esto no es del todo cierto: para maximizar nuestros armarios la forma que debemos escoger es la de cilindros, que serán apilados con sencillez.

Comenzamos estirando la toalla sobre una superficie plana y doblándola por la mitad a lo largo y dobla uno de sus extremos como un triángulo rectángulo, uno que presente un ángulo de 90 grados. Apoyaremos el otro extremo sobre la mitad de la toalla y la enrollaremos comenzando por este último extremo y cuando llegues al final coloca la punta que queda libre sobre uno de los pliegues del rollo, fijando así la forma y evitando que se desbarate una vez la depositemos en el armario.


Chaquetones


Lo extendemos sobra una superficie plana con la cremallera o botones abrochados y cruzamos las mangas sobre el pecho, juntas. Ahora doblaremos la parte inferior del chaquetón sobre ellas, consiguiendo una forma cuadrada. Le daremos la vuelta a la prenda como si fuera un calcetín, quedando el revés hacia fuera minimizando así el tamaño total.




Imagen Vía

Chaquetones con capucha


En caso de que tenga capucha procederemos de distinta forma. Una vez extendido sobre una superficie plana lo colocaremos mirando hacia abajo y doblaremos sus mangas sobre la espalda, pero no de la manera en la que lo hicimos la última vez, sino en vertical y hacia abajo. El ancho total de la prenda será el ancho de su capucha. Doblamos el chaquetón por la mitad y usamos la capucha para envolverlo.


Edredones


Usaremos el mismo truco que con los chaquetones con capucha. Una vez doblado el forma de rectángulo, usaremos la parte abierta de las dobleces para introducir el otro extremo.

Por supuesto, la manera más eficiente y segura es lavar bien el edredón antes de almacenarlo. Si queremos minimiza su espacio a tope lo más recomendado en usar una bolsa de vacío. Una vez dentro de la bolsa, usaremos la apertura para extraer todo el aire del interior usando una aspiradora. La mayoría de las bolsas al vacío vienen ya con la apertura preparada.


Nórdicos


No es aconsejable guardar un nórdico o plumífero dentro de una bolsa al vacío pues podría repercutir en su conservación. Una vez plegado optaremos por guardarlo en una caja de almacenaje, siendo mucho mejor una de plástico que una de cartón, pues estas últimas suelen atraer a ciertos tipos de insectos. En caso de que solo dispongas de cajas de cartón no es mala idea colocar una bolsa anti-polillas para prevenir su aparición.

Para plegarlos usaremos el mismo truco que con la capucha, doblándolo por tercios y metiendo la parte sobrante en la apertura del nórdico.



Imagen Vía

Otros consejos


Independientemente de su almacenaje, hay otros factores que debemos tener en cuenta a la hora de guardar nuestra ropa durante varios meses.

-Lava toda prenda que vayas a almacenar y sécala totalmente.

-No planches la ropa si las vas a envasar al vacío. La falta de aire tras el exceso de calor de la plancha podría hacer que tus prendas adquieran cierto color amarillo, especialmente con la ropa blanca.

-En caso de que tu armario depósito no contenga prendas al vacío, airea el mueble con sus puertas abiertas un rato cada día. Un buen momento para hacerlo es mientras te duchas.

-Si vives en un ambiente húmedo opta por las cajas de plástico para tu ropa en lugar de las de cartón, pero no olvides abrir las cajas una vez al mes para que la ropa respire y sus tejidos no se dañen.

-No uses bolsas de plástico como almacenamiento si no pueden ser envasadas al vacío. De lo contrario te arriesgas a ver la aparición de moho.

-Una bolsita de lavanda no solo mantendrá alejados a los insectos, también mantendrá las prendas perfumadas hasta que vuelvas a sacarlas.

-Si no tienes otra opción más que cajas de cartón, procura que no estén en contacto directo con el suelo o paredes pues te arriesgas a que el cambio de clima influya en su interior, perjudicando la calidad de tu ropa.

Estos han sido algunos consejos para el almacenaje de tu ropa de invierno. Puedes ver más Cosmoclips de Carmen Velarde en el siguiente enlace.

¡Feliz cambio de estación y una buena limpieza primaveral!










 

Manuel Varela
Redactor web


Comentarios

Ana, de Madrid: Hace 2 años

Granada es una ciudad maravillosa con un encanto muy especial, He probado algunas de las experiencias propuestas, y Hammam Al Ándalus en Málaga que es como si te bañaras en la Alhambra, más que un lujo, un verdadero deleite

 

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