A menudo nos enfrentamos a la manifestación de rosácea, descamación y sequedad. ¿Alguna vez has notado que algunas personas se sonrojan muy estéticamente, mientras que otras tienen manchas asimétricas en la piel de un color cianótico o burdeos desagradable? Por desgracia, la situación aquí depende de la predisposición genética y las características del trabajo de los vasos. Pero no debes tener miedo al frío: es importante proteger adecuadamente la piel, limitar su estadía en el frío y entrenar la epidermis con procedimientos especiales de contraste y endurecimiento.
El cuerpo humano tolera mucho más fácilmente el calor que el frío, y hay una justificación científica para ello.
Por lo tanto, nuestra piel está equipada con receptores especiales que reaccionan a la temperatura, y hay siete veces más personas sensibles a las heladas que las que responden al calor. Por cierto, el sol y sus dañinas radiaciones, principal enemigo de la juventud y la belleza, según las últimas investigaciones de los dermatólogos, dieron paso a la influencia de las bajas temperaturas. Entonces, veinte minutos de estar bajo los rayos sensuales del sol es menos peligroso para el tono y el estado general de la epidermis que los mismos veinte minutos en el extremo norte de Europa, según señala Womanhit. ¿Cómo funciona la piel en situaciones de frío? En primer lugar, comienza a producir activamente moléculas especiales de citocinas, cuyo deber es dar una señal a todas las células: Las citocinas actúan como heraldos en cualquier situación en la que necesitemos un reordenamiento de prioridades. En un clima frío, ordenan que los vasos se estrechan (de esta manera acumulamos calor para todo el organismo), y luego se expanden, para no permitir que la epidermis se congele. Este tipo de oscilación de contracción-expansión es responsable de un rubor hermoso y uniforme. Si sus vasos sanguíneos o el metabolismo químico se interrumpen, lo que afecta la efectividad de las citocinas, puede esperar manchas feas e incluso rosácea rabiosa.
Nuestra piel está equipada con receptores especiales que responden a los cambios en la temperatura ambiente, y hay muchos más receptores de frío que de calor, según señala Esthederm. El trabajo bien coordinado de las citocinas y los vasos sanguíneos es un ideal que se puede lograr con la ayuda del cuidado diario de la piel facial con la utilización de cosméticos profesionales, procedimientos cosméticos y lavados de contraste, que nuestras madres y abuelas nos asesoran tan activamente. Pero no olvide que este sencillo procedimiento actúa exclusivamente sobre los vasos superficiales y no afecta a los que se encuentran a nivel dérmico más profundo. Entonces, además de los lavados de contraste en el hogar, vale la pena considerar un enfoque cosmético del problema.
Con la ayuda de procedimientos especiales, no solo puede adaptar la piel a los efectos del frío, sino también resolver una serie de problemas asociados con el envejecimiento y deshacerse de algunas imperfecciones de la piel del rostro. La crioterapia es uno de los procedimientos más comunes en cosmetología, cuya esencia es un efecto preventivo a corto plazo en la piel del paciente. Para tal exposición se utiliza nitrógeno líquido, cuyo efecto puede depender de la técnica y método de aplicación. Si no considera el efecto leve en la piel de la cara, el nitrógeno líquido promueve una contracción brusca de los vasos sanguíneos con la posterior expansión, lo que aumenta el flujo sanguíneo al sitio de exposición.
Con heladas controladas todo está más o menos claro, pero ¿cómo podemos comportarnos en un invierno prolongado que no es infrecuente últimamente?. Saltos de calor constantes, acción prolongada y despiadada de temperaturas bajo cero, un entorno agresivo: una realidad, de la que, por desgracia, no puedes esconderte. Entonces, además de los cuidados en casa, vale la pena revisar el enfoque cosmético del problema. En primer lugar, elimina los limpiadores a base de gel de tu sistema de belleza. Como saben, los geles son el medio más despiadado para la piel, y si son apropiados en verano, en invierno debe olvidarse de ellos. Existe una alternativa a su producto favorito: elija una espuma, mousse, leche o aceite hidrófilo que se adapte perfectamente a la tarea en cuestión; desmaquillado y limpieza, pero que no reseque la epidermis. Elimina el lavado con agua caliente, de lo contrario aumentan los riesgos. El manto lipídico natural se destruye bajo la influencia de altas temperaturas y potentes lavadores, pero en climas fríos el trabajo de las glándulas sebáceas, que lo regeneran, se ralentiza. Tratando de salvar la situación, las glándulas comienzan a trabajar por desgaste. El resultado será una piel fina y frágil con microgrietas, manifestación de rosácea y peeling activo. Además, en la estación cálida, las interrupciones en la función de las glándulas sebáceas pueden hacerse sentir con un brillo aceitoso, poros obstruidos y una dispersión de erupciones.
Mitos y realidad
Existe un mito sobre la congelación que les sucede a las chicas que se aventuraron al frío con una crema facial recién aplicada. ¡No tienen nada que ver con la realidad! Además, en ningún caso debes renunciar a una crema nutritiva o mascarilla nutritiva cuando llegues a casa de la calle. Hidrata y nutre adecuadamente tu piel, utilizando marcas de cosméticos profesionales siempre que te sea posible. Si no estás lista para comprender las fórmulas y los ingredientes activos de los productos, confía en el nombre de los productos, que enfatizan la hidratación, la nutrición y la protección. Y lo mejor de todo: según las recomendaciones de su esteticista. Por lo tanto, no anotemos incondicionalmente el frío como factores negativos, porque puede mantener el equilibrio y disfrutar fácilmente de todos los beneficios de cualquier estación. En cualquier caso, incluso si tu piel no reacciona a las heladas de la forma que te gustaría, no debes tener miedo.
