Así son los 5 lenguajes del amor según Gary Chapman

La fuerza de las palabras positivas es una prioridad en toda interacción y en el amor más. Refuerzan la cercanía y permiten saber al otro cuánto lo valoramos y queremos. Las palabras positivas nos marcan y suben la autoestima, al margen que suman cosas buenas a nuestras relaciones. No dudes en decir cosas bonitas a quien quieres.

Ser amable, hacer elogios, felicitar los éxitos de las personas que te rodean, mostrar apoyo y ánimo, es totalmente gratis, no te cuesta ni un euro. Es importante ser generosos en este sentido, y no aplicar ‘economía de mercadillo a nuestro afecto’, ya que la inversión en esta senda mejora exponencialmente nuestras relaciones y las fortalece.

El autor aconseja ser directos con nuestras frases y palabras, es decir, cosas del estilo: “Te quiero mucho”, “Me encanta estar contigo”, o “Aprendo siempre de ti cosas nuevas”…es la clave para que las palabras tengan el efecto positivo que buscamos y realmente nos aporten algo favorable a nuestras relaciones interpersonales.

Es muy importante resultar creíbles, y decir estas palabras de verdad desde el corazón. Nuestros gestos acompañan a las palabras y es esencial que sean igualmente sinceros, por lo que los vocablos sin su carga real emocional carecen de valor y efecto. Es esencial que el mensaje sea tan real como emotivo en el momento que lo emitimos.

2. Pasar tiempo de calidad juntos

La nuestra es una sociedad que vive a gran velocidad, con la prisa como incómoda compañera de viaje, y lo cierto es que a tanta velocidad una se pierde los detalles del paisaje, que a buen seguro vería si fuéramos más despacio por el mismo recorrido. Las prisas no son buenas absolutamente para nada y menos para el amor.

Pasar tiempo de calidad con los seres queridos afianza los lazos y mejora muchísimo las relaciones. Dedicar horas e incluso días a este cometido resulta muy positivo para nuestros vínculos. Las experiencias compartidas son vitales para crear una base común de cierta profundidad y familiaridad que supongan un soporte estable sobre el que construir nuestras vidas juntos.

Saber escuchar es una de las principales claves en este sentido, ya que no se trata de contar y contar las experiencias y batallitas de una, es capital aprender a escuchar de forma atenta y generosa qué es lo que quiere compartir la otra persona. Es precisamente esa puerta la que abre el camino a la confianza duradera.

Escuchar es importante pero también sentirte escuchada lo es, debe ser directamente proporcional en ambos casos para que no se produzca ningún desequilibrio y puedas mantener una relación compensada y en armonía. Si esto no es así, inmediatamente saltan las alertas de que algo está o va mal, y se encienden todos nuestros pilotos rojos de conflicto.

En nuestra sociedad puramente consumista el valor real de los regalos parece haber perdido su esencia original, ya que normalmente se relacionan con las compras compulsivas en base a criterios monetarios y no emocionales. Es decir, algunos creen que a más valor mejor es el regalo, pero esta premisa es totalmente errónea en el plano que hoy nos ocupa.

El regalo es un símbolo, un detalle que confirma cuánto quieres y piensas en la otra persona, por lo que una joya elaborada por un joyero ajeno, por cara que sea, simplemente es un material que carece de emoción y personalidad propia en tu vínculo particular. Los detalles personalizados son la clave en este sentido, no los precios.

Cualquier regalo que una pueda elaborar o crear de la nada con sus propias manos; sea un dibujo, una foto, un cuadro, una cerámica, una manualidad o incluso una receta especial creada para una ocasión importante, son mucho más originales pero también más sinceros y reales que nada de lo que puedas llevarte de una estantería de un comercio.

Recuerda que lo importante es saber hacer ver a la otra persona lo que significa para ti, por lo que para lograr esta meta es esencial ser muy originales a la hora de elegir un presente que simbolice ese amor que sientes. Cualquier día es bueno para hacer un regalo, no hace falta la llegada de una fecha especial para ello.

4. Actos de servicio hacia la persona querida

Ser servicial con la persona querida es otra fórmula que afianza y asegura la estabilidad de las relaciones. No se trata de servidumbre, hablamos de servicio generoso hacia el otro como muestra de afecto. Sin peros ni quejas, de forma fluida y disfrutando con ello. Lógicamente para que esto funcione debe ser bidireccional, para no desequilibrar la relación de forma perniciosa.

Limpiar, cocinar, arreglar cosas estropeadas de casa, hacer recados y realizar las tareas pesadas del hogar, son algunos de los gestos de servicios que debemos incluir con normalidad y frecuencia. La ausencia de este tipo de gestos implica que se dé la sensación de desorden y no querer sumar al conjunto de forma positiva.

Mantener una sonrisa en la cara mientras se realizan estas tareas comunes que benefician a todos, afianza una base sólida de confianza y equilibrio en las relaciones. Tanto hombres como mujeres deben emprender estas conductas serviciales con sus respectivas parejas, con el fin de armonizar la relación de forma funcional y operativa.

Al margen de la utilidad evidente de la realización de estos servicios o conducta servicial en pro del mantenimiento del hogar, los beneficios personales y emocionales en las relaciones son mucho más interesantes y vienen a sumar, en una ecuación donde el resultado final es una relación sana donde el amor se expresa con gran libertad y claridad.

5.Contacto físico

Es seguramente la forma más efectiva de mostrar el afecto, y aunque en tiempos de pandemia por la covid-19 resulta imposible, por motivos puramente de prevención, lo cierto es que sí nos hemos dado cuenta de lo necesario y todo lo que echamos de menos el contacto físico con los seres queridos durante este tiempo de confinamiento.

Algo tan sencillo como un abrazo, un beso, darnos la mano, una palmada en la espalda, una caricia de apoyo o incluso una relación sexual plena, son mecanismos de comunicación poderosos en nuestra especie, que juegan un papel primordial en el asentamiento y fortalecimiento de las relaciones interpersonales entre humanos.

Este lenguaje es anterior al verbal, por lo que lo compartimos con otras muchas especies que habitan este planeta azul en el que vivimos. Los gestos y muestras de amor son comunes entre otros muchos animales, que cuentan con el contacto como vehículo de comunicación de afectos y fobias, y que resulta primordial igualmente en el desarrollo de sus grupos sociales.

Al igual que sucede con las palabras, los abrazos, dar la mano o besar a los seres queridos es gratis, y aunque lógicamente ahora debemos tomarnos un descanso de esto por temas de salud relacionados con el coronavirus, no hay que perder de vista el enorme valor que para nuestras relaciones tiene el contacto físico y la cercanía interpersonal con quienes queremos.