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¿El agua con gas engorda?; mito o realidad

Descubre la realidad del agua con gas

08/06/2020
¿Engorda el agua con gas? Seguramente esta es una pregunta que habrás oído muchas veces o incluso que te has hecho a ti misma, ya que es un tema recurrente desde hace ya muchos años. Pero que tiene una respuesta y explicación tremendamente sencilla, y que hoy queremos compartir contigo en este artículo, para que de una vez por todas sepas responder con conocimiento de causa. 

Lo cierto es que hablamos de uno de los falsos mitos dietéticos más extendidos de las últimas décadas, que sostiene que las bebidascarbonatadas aportan muchas más calorías que las que no lo están. Algo que muchos estudios han dejado por el suelo al demostrar que de eso nada de nada. Por lo que, no, el agua con gas no aporta más calorías.

Hay que recordar que el gas de las bebidas es anhídrido carbónico y sólo pretende mejorar el sabor del producto de turno, al margen de darle un particular aroma. Su función y utilidad también antioxidante y conservante, junto a que es capital para presurizar el envase, lo hacen un gran aliado en la fabricación de bebidas de calidad. 

La clave está en que el gas carece de energía por lo que no puede bajo ningún concepto aportar ninguna caloría, y por lo tanto no puede engordarnos. Es rotundamente falso que nos haga engordar que hay que suspenderlas durante una dieta de adelgazamiento, ya que no suponen ningún aporte calórico a la ecuación final. 

Hidratarse es vital para el organismo, a muchas personas el agua les parece una bebida muy aburrida por lo que recurrir a agua con gas o refrescos sin azúcares añadidos y con pocos conservantes es una buena alternativa para alegrar nuestra ingesta de líquidos diarios, que recuerda debe ser de unos dos litros aproximadamente.

De hecho existen muchas personas que afirman que la sensación pasajera de saciedad que les produce tomar bebidas carbonatadas les ayuda por ese efecto de tripa llena, que les permite afrontar mejor las dietas más duras.  Por lo que no sólo no engorda, encima puede ayudarnos en un proceso de dieta que estemos siguiendo.

¿El agua con gas afecta a los huesos?


Este es otro de los grandes rumores o afirmaciones que solemos oír ligada a la toma de bebidas carbonatadas, y que al igual que sucede con sus supuestas calorías, que ya hemos visto son inexistentes, tampoco existe ningún fundamento científico que sostenga esta afirmación. Ni descalcifican ni afectan a nuestros huesos.

El gas de las bebidas fija el dióxido de carbono que transportan los glóbulos rojos a los pulmones y allí es cambiado por oxígeno. Pero no hace que la sangre se torne más ácida, como se afirma popularmente, y ni mucho menos produce una disminución progresiva de la masa ósea. En este sentido tampoco tiene ninguna acción que podamos destacar como negativa. 

Beneficios del agua con gas contra el colesterol


Algunas aguas minerales concretas carbonatadas reducen el nivel de colesterol, según indican algunos estudios, lo que contribuye a mejorar nuestra salud cardiovascular de forma importante. Según afirman algunos científicos un litro de agua carbonatada a diario durante unos dos meses disminuye el LDL o colesterol malo en un diez o quince por ciento.

Todo esto sin afectar en absoluto al aumento de nuestra presión arterial, otro de los grandes falsos mitos sobre el agua carbonatada, y sin perjudicar tampoco, como ya hemos señalado, a la salud de nuestra estructura ósea. Una de las afirmaciones que más se oyen en el discurso popular desde hace muchos años, y que es rotundamente falsa.

¿El agua con gas afecta al sistema digestivo?


Por otro lado los expertos también señalan que su consumo en personas sanas que no padecen ninguna contraindicación particular, el consumo de agua con gas no perjudica en absoluto al aparato digestivo, e incluso ayuda a los procesos de digestión sin producir reflujo alguno, aunque este es otro los falsos problemas que también a veces se le atribuye.

Recuerda que siempre es capital consultar a tu médico si es prudente o no que incluyas en tu dieta agua con gas, ya que todo dependerá de tu perfil clínico e historial personal, dado que no todo vale para todos, y existen determinados cuadros en los que podría no ser recomendable su ingesta por motivos varios. 

Además el agua con gas estimula la secreción de ácido gástrico, que resulta decisivo en una correcta digestión, para que no resulten ni pesadas ni muy largas. Por lo que podemos incidir en las bondades de este líquido a la hora de mejorar nuestras digestiones y estado de salud e incluso de ánimo tras una comida copiosa. 

Muchas personas que han sustituido en sus comidas especiales la típica copa de vino, con todas sus calorías vacías incluidas y la han sustituido por un vasito de agua con gas, acompañada de una refrescante rodaja de limón, han notado un cambio muy importante en su salud natural y también en su línea y peso. Un gesto muy sencillo pero con grandes ventajas 

Implementar la conducta anteriormente expuesta sólo durante un par de meses, dos o tres, puede hacerte bajar hasta cinco kilos sin problema. Un experimento dietético simple pero efectivo, que fundamenta su éxito en la reducción de calorías tomadas, a la vez que aportamos un nuevo elemento que ayuda a la eliminación del colesterol.

Otras ventajas para nuestra salud del agua con gas


Llegados a este punto podemos afirmar que el agua con gas no sólo te hidrata de forma divertida, también cuenta con un interesante efecto saciante que nos ayuda ante las dietas más duras, al margen de no contar con ninguna caloría, reduce el colesterol malo mejorando nuestras digestiones pesadas, pero todavía hay más, también regula nuestra presión arterial e incluso el nivel de azúcar en sangre.

El Centro Superior de Investigaciones Científicas CSIC realizó un estudio que determinó que el consumo de agua con gas protege de padecer hipertensión arterial a los pacientes, ya que su presencia en nuestro organismo reduce las concentraciones de aldosterona, una hormona esteroidea implicada en la conservación del sodio y en el aumento de la presión sanguínea.

Por otro lado su ayuda al metabolismo general es capital a la hora de regular en buenos niveles las concentraciones de azúcar en sangre. Aunque ten en cuenta que hablamos de agua con gas, ya que los refrescos son otra cosa, porque incluyen azúcares que sí son perniciosas y no deben ingerirse si se padece diabetes o incluso sin padecerla, ya que predisponen a ella.

Cabe diferenciar entre el agua mineral gasificada y el agua con ácido carbónico añadido, ya que la primera  trae el ácido carbónico desde el manantial, por lo que resulta tremendamente más natural y efectiva, aunque tampoco la segunda es para despreciar, ya que también cumple su función esencial aunque con algo menos de intensidad. 

Contraindicaciones del agua con gas


Como ya señalábamos anteriormente es recomendable consultar a tu médico antes de incluir en tu dieta el agua con gas ya que en algunos casos puede estar contraindicada. Por ejemplo en personas con reflujo esofágico, aerofagia, hernia de hiato, colon irritable, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o EPOC, deberían evitarla.

 

AnaGT
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