La escritora norteamericana Jessica Ellis decidió colocar vasos con cerveza bajo los calabacines que había plantado en su jardín, con el fin de atrapar a los bichos que merodean y acaban cayendo dentro. Pero el truco no le funcionó y resultó siendo un caso misterioso en el que los envases con la cerveza desaparecían cada noche.
La primera vez aparecieron tirados en una planta de arándanos muy cerca de su origen y Ellis pensó que sería cosa del viento. Pero los días consecutivos, en los que no soplaba nada de aire, sucedió lo mismo.
Finalmente Jessica acabó descubriendo a un lagarto que convivía con ella y su familia en el jardín, cuya misión nocturna era comerse a los insectos que quedaban atrapados en la cerveza, y de paso, bebérsela completa, con la que al parecer, el reptil se quedaba especialmente ‘contento’ y acababa regando los vasos por las inmediaciones.
El lagarto que ha sido bautizado como Graham, se ha hecho muy popular en la redes tras la publicación de la escritora, que mostraba su preocupación por si el alcohol era nocivo para la salud del animal. Las respuestas de los usuarios de las redes han sido variopintas, pero casi todas en un tono jocoso, como que nadie sabe si el lagarto es mayor de edad para beber, y otras bromas del estilo.
De todas formas, Ellis ha decido no poner más trampas de cerveza en su jardín, y Graham tendrá que dejar el alcohol y dedicar su tiempo a cazar como un lagarto sobrio.
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