La primera vez que vimos a Drew Barrymore fue a principios de los años 80. Ella, y su hermano en la ficción Elliot, ayudaban al mismísimo E.T. el extraterrestre a adaptarse a la vida en la tierra.
Dice la antigua maldición del cine que todo niño actor estará condenado al olvido antes de cumplir la mayoría de edad pero el talento de Barrymore estaba ahí para romper el maleficio.
Cosmo estrena
'Qué le pasa a los hombres', cinta en la que comparte protagonismo con
Jennifer Aniston y Scarlett Johansson y que mezcla romance y comedía en una radiografía de las relaciones amorosas actuales.
Decíamos que Drew supo sortear la maldición de los niños actores, pero no sin dificultades. Acabó cayendo en las drogas pero supo tener la voluntad para ingresar en el ASAP Center, célebre clínica de desintoxicación, y salir limpia cuando la década de los 90 comenzaba. Década en la que se convirtió en un auténtico icono.
En esta década reinó en el terreno de la comedia juvenil romántica con cintas como 'Nunca me han besado', 'El chico ideal' o 'Por siempre jamás', adaptación libre del cuento de Cenicienta.
Su estilo al vestir, eminentemente noventero y con influencias del movimiento grunge la convirtió en un referente y en portada de muchas revistas de moda del momento. Un estilo que vuelve cada cierto tiempo como sucede con los de diferentes décadas, pero si tenemos que personificar los 90 en una sola persona, esa sería Drew.
Para 1996 ya era un icono mundial, momento en el que anunció su participación en una nueva saga de terror dirigida por el maestro Wes Craven, creador de la saga 'Pesadilla en Elm Street'. Craven y Drew dieron la vuelta al mundo dando entrevistas sobre la nueva cinta, que por cierto tenía su foto en primer plano en el póster. Era todo un elaborado engaño. Barrymore era la actriz más famosa de su joven reparto y era lógico pensar que ella sería la protagonista de esta nueva cinta titulada 'Scream'.
Todo el periodo de promoción se había realizado para concienciar al futuro espectador que Drew llegaría viva al final del metraje. Pensamiento que se congeló en nuestras mentes cuando comprobamos con horror que la actriz era la primera víctima del asesino Ghostface, asesinada además de un modo brutal en una escena que se situaba antes de los créditos y que se ha convertido en todo un clásico del cine de terror.
A finales de los 90 creaba su propia productora de cine, Flower Films, de la que salieron por ejemplo las dos entregas de 'Los ängeles de Charlie' en la que era acompañada por Cameron Diaz y Luci Liu.
Debido a que conserva todavía su brillo juvenil, sigue siendo la viva imagen de la década de los 90. Es además madrina de la hija de Kurt Cobain y Courtney Love, título que comparte con el cantante de R.E.M., Michael Stipe. ¿Hay algo más noventero que eso?
Ahora Drew Barrymore vuelve al género de la comedia romántica con
'Qué le pasa a los hombres', que Cosmo te ofrece en las siguientes emisiones.
Manuel Varela
Redactor web