El pasado lunes 3 de febrero de 2020 las hijas de los reyes de España, Leonor y Sofía acudieron al acto de apertura de la legislatura en las Cortes Generales, suponiendo esta la segunda vez que las hermanas acudían a tal acto, ya que también estuvieron en 2016 cuando Mariano Rajoy fue nombrado presidente.
Esta ocasión ha sido doblemente especial para la princesa, ya que ha estrenado silla con su escudo del Principado de Asturias y bordados en oro, mientras que en las de sus padres podemos ver el escudo real. El heráldico de Leonor es muy parecido al de su padre a su misma edad, que incluye las cuatro plazas o cuarteles de León, Aragón, Castilla y Navarra, la granada del reino nazarí, el escusón típico de los Borbones junto a las flores de lis, el collar de la orden Toisón de Oro, y la corona de princesa de Asturias, entre otros elementos. Este escudo fue aprobado en octubre de 2015, bajo un fondo azul de la bandera del principado.
Por otra parte, su hermana Sofía, aunque también estrenó silla, la suya no contaba con ningún escudo, y era mucho más sencilla que la de su hermana, aunque la complicidad entre ambas, hace que lo importante sea su relación y no lo colorido de las sillas en las que se sientan.
Hay que entender que el protocolo y las tradiciones lo son todo en las monarquías, y se mide y cuida cada detalle. Eso sí, las monarquías están cambiando junto a las nuevas generaciones, y si no que se lo digan a los ingleses.
¿Harán algún cambio significativo Leonor y Sofía en un futuro, que cambie para siempre la corona de España, o mantendrán las tradiciones?. Hagan lo que hagan, seguramente contarán con el apoyo de los españoles para ello.
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