Delphine Boë finalmente ha sido reconocida como hija del ex jefe del Estado belga Alberto II, tras una prueba de ADN, y cerca de siete años de dura guerra en los tribunales. La Corte de Apelación de Bruselas ordenó el análisis y ha confirmado finalmente el parentesco.
El abogado del rey Alberto ha emitido un comunicado en el que explica: "Su majestad el rey Alberto II ha tomado nota de los resultados de la muestra de ADN que presentó a solicitud de la Corte de Apelación de Bruselas. Las conclusiones científicas indican que él es el padre biológico de la señora Delphine Boël”.
Boë es hija de la baronesa Sybille de Selys Longchamps, con la que Alberto mantuvo una relación durante algunos años. El monarca emérito fue demandado en 2013, pero en aquel entonces, al mantener activo su cargo, gozaba de inmunidad absoluta.
Tras abdicar al trono y ocupar ese puesto Felipe, ahora es monarca emérito pero no goza de inmunidad, hecho que ha permitido poder demostrar la paternidad de Delphine.
Desde ya, Boë podrá acceder a reclamar su parte de la herencia legítima cuando corresponda, a un padre que ya ha cumplido los 85 años. Como dice el dicho popular: “más vale tarde que nunca”.
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