No soy de inventarme palabrejas, y menos términos sajones, pero Mindfulbeauty es lo mejor que se me ha venido la cabeza para explicar toda una filosofía que estoy, poco a poco, implementando en mi vida y que quiero compartir.
Mindfulbeauty es la importancia de vivir rodeadas de cosas bonitas y de sentirnos a gusto por fuera y por dentro. Creo que estar bien es fundamentalmente una actitud y yo he decidido que quiero ser cada día algo más guapa y un poco más feliz.
No me cabe la menor duda de que si te quieres, los demás también te querrán. Si te gustas, también gustarás, quizás no a todos pero eso tampoco es tan importante.
El primer paso para poder conocerte es escucharte, prueba a asumir tus defectos en lugar de pasar el día machacándote por ellos. Eso sí, con moderación, una cosa es perdonarte y otra compadecerte.
A nadie le sienta bien el papel de víctima.
Sugiero que una vez que descubras tus puntos fuertes, abuses un poco de ellos. Imagina levantarte cada día con las ganas de dar tu mejor versión. Tu buen rollo se refleja, si sonríes obtendrás sonrisas y si te gustas, gustarás.
No subestimes tu apariencia, es evidente que si te miras al espejo y te ves favorecida te da un pequeño subidón, y viceversa.
Ser guapa es una actitud, así que camina derecha, sube la barbilla y sal al mundo con ganas de comértelo o, al menos, con fuerza suficiente para que no te devore él a ti.
Ponte tacones de vez en cuando porque sí, el mundo se ve un poquito mejor desde más arriba y cambiar la posición de tus pies te obliga a caminar con un contoneo que favorece que te sientas más sexy.
Usa pendientes, píntate los labios, échate cremas, cuida tus manos…esos gestos también pueden mejorar tu día.
Antes de que alguna se me tire encima por estas propuestas tan, supuestamente, superficiales permitidme que os cuente una pequeña historia, ¿habéis oído hablar del pintalabios rojo del holocausto? Bansky lo refleja muy bien en una de sus obras.
Con la llegada de los soldados británicos a un campo de concentración fueron apareciendo camiones con ayuda de todo tipo. Para sorpresa de muchos, aparte de ropa, comida o medicinas, llegó una gran partida de barras de labios. Un oficial narra el cambio que se produjo, un gesto tan sencillo como ponerse un poco de carmín les devolvió su humanidad, volvieron a interesarse por su apariencia, dejaron de ser el número que llevaban tatuado en sus brazos para sentirse de nuevo mujeres.
El concepto de Mindfulbeauty es mucho más que preocuparte por tu aspecto, tan importante como la superficie es lo que se encuentra debajo. Qué entretenida te tienen en ocasiones tus neuras, hormonas y crisis, lidiar con ese nubarrón es muchas veces una tarea titánica.
Algo tan sencillo como darte una ducha calentita te reconforta. ¿por qué no usar un gel que huela a gloria en lugar de uno anodino que no te produzca ningún tipo de emoción?
Te encantaría tomarte el café con calma por la mañana pero por algún extraño motivo no te concedes tres minutos para saborearlo. ¿Qué te parece sacar esas tazas tan bonitas que guardas por si un día hay una ocasión especial? Ya puestas, prueba a mirar por la ventana el color del cielo en lugar de sentarte frente a la lavadora.
Cuida los detalles, sólo por el placer de mimarte, igual hasta descubres lo bien que te sienta. Eso de que comer en un plato bonito es lo mismo que en uno feo es una cuestión que sólo puedes corroborar si pruebas a colocar en la mesa uno que te guste.
¿Por qué te pones esa blusa que no te favorece nada?, que esté en tu armario no vale como excusa, seguro que tienes alguna enemiga a quien le favorezca.
Usa colores que te den energía, cuida los detalles y mímate, sobre todo haz hincapié en ello los días en los que te sientas más baja, esos son los que requieren un refuerzo extra.
Dentro de tu cuerpo está tu cabeza, date permiso para tirarte una tarde a la bartola aunque haya una montaña de cosas por hacer. Elige un libro que te guste y regálate una horita para disfrutarlo. Vete a caminar, dedícate diez minutos por la noche para peinarte o echarte algún potingue. Sal a tomar un vino de vez en cuando, incluso si estás cansada.
Echa un vistazo a tu alrededor, ¿cómo está el espacio en el que vives? Probablemente haya muchas cosas que no sabes ni por qué están donde están. Prueba a ordenar de menos a más, puedes empezar por el cajón de la ropa interior o por la balda de los tupper.
Quédate con lo que tenga utilidad o te produzca algún tipo de emoción, saca el azucarero de la abuela para usarlo a diario y deshazte de ese jarrón anodino que ni recuerdas quien te regaló.
Imagina que alguien llama a tu puerta y te dice: dejo a esta chica a tu cargo, quiero que la escuches y que atiendas sus necesidades, que la cuides y que la consientas. Ese regalo que acaba de llegar eres tú.
Hablar de cremas, trapos o barras de labios no es tan superficial como creemos. Tampoco rodearse de cosas bonitas, regalarte tiempo o explorar nuevas experiencias. No sabes si te entretiene tocar la guitarra si nunca lo has intentado. Prueba a dibujar, escribir o bordar, igual hasta resulta que te gusta.
Mindfulbeauty Es mirar con ojos de niña, como si fuese la primera vez. Disfrutar con lo que descubres y dejarte sorprender.
Es decidir que hoy es un día especial, ese en el que vas a rodearte de cosas, de personas y de momentos geniales.
Sobre la autora:
Ingrid Pistono, licenciada en Psicología con Máster en Psicoterapia del Bienestar Emocional.
Ingrid Pistono
Ingrid Pistono, licenciada en Psicología con Máster en Psicoterapia del Bienestar Emocional.
