Criar a nuestros hijos es un camino plagado de decisiones. Algunas más temporales, como qué cenarán esta noche y otras más importantes, como dónde pasarán los primeros años de su vida.
Entonces, ¿Campo o ciudad? Una pregunta algo tramposa cuando existen puntos medios como ciudades pequeñas o áreas residenciales alejadas del bullicioso centro. Pero sigue siendo una pregunta relevante, sobre todo al comprobar que sí existe una tendencia entre parejas urbanitas de
dejarlo todo y volver a las raíces campestres con el principal propósito de que sus hijos estén en contacto la naturaleza durante sus primeros años de vida.
Así que, teniendo en cuenta que la educación de un niño son los factores que le permiten crecer libre, relacionándose con su entorno y consigo mismo, ¿qué es más propicio para ellos?
Por supuesto, generalizar en este tema es complicado porque no todos nos vamos a encontrar con las mismas circunstancias en un ambiente o en otro, pero sí podemos hacer una lista con las ventajas más comunes de campo y ciudad. Las desventajas estarán implícitas.
Ventajas de vivir en el campo
-Mayor contacto con la naturaleza.
Nuestros hijos lo aprenderán de primera mano en base a la experimentación, y no en un libro de biología.
-Menor estrés. Los más pequeños también son propensos a sufrir ansiedad una gran ciudad. Son muchos los estudios que señalan que una persona criada en un entorno verde tiende a sufrir menos problemas relacionados con el estrés una vez llegan a la vida adulta.
-Mejor salud. No solo el aire que respiran es más puro en un entorno rural, también será mejor la calidad de los alimentos que consuman.
-Más actividad. En el campo no queda otra. Salir a practica deporte, montar en bicicleta, largos paseos y una mayor actividad física.
-Mayor independencia. A nadie se le ocurría dejar solo a sus hijos pequeños en una gran ciudad para que ellos mismos busquen su ocio, algo que es más común en los pueblos, donde su independencia para alejarse de la casa sin peligros es mayor.
-Más experimentación. Esa mayor libertad del ambiente rural hará que sean ellos ismos los que se adentren en alguna que otra experiencia a la que no tendrían acceso en una gran ciudad. Los descubrimientos que hacemos durante nuestra infancia en el campo son más significativos.
Dicho esto, pasemos a las ventajas de criar a nuestros hijos en una gran ciudad.
-Mayor control paterno. No queda otra. como decíamos antes, nuestros hijos permanecerán bajo nuestro control durante la casi totalidad de su infancia, controlando también esos ratos en los que los perdemos de vista, mediante la programación de actividades extraescolares que hemos elegido para ellos.
-Mayor acceso a la cultura. La variedad de entretenimientos que encontramos en una gran ciudad es inabarcable. Y no solo para el tiempo de ocio: museos, exposiciones, teatros, cines y todo tipo de espectáculos estarán a nuestra disposición durante todo el año.
-Más oferta educativa. En la ciudad tenemos la opción de elegir al detalle la trayectoria educativa que queremos para ellos. Pública, privada, de idiomas... En nuestra mano está el que ellos estén más preparados cuando elijan sus estudios superiores o carrera profesional.
-Una mente más abierta. La vida en los pueblos, y con esto nos referimos a sus habitantes, suele ser más homogénea. En la ciudad viviremos en un crisol de culturas, idiomas, nacionalidades y razas que difícilmente podremos encontrar en el ambiente rural.Se suele relacionar este ambiente con personas de mente más abierta y tolerante.
Este es un tema en el que difícilmente habrá consenso, pues todo progenitor querrá algo distinto para sus hijos y para ello se basarán principalmente en su experiencia vital.
Puedes asistir a la experiencia de cuatro madres diferentes con el estreno de
“It moms: madre hay más que una", un docu-reality que estará protagonizado por cuatro nuevas madres y sus experiencias. Próximamente en Cosmo.
Redacción COSMO
Noticias escritas por el equipo de redacción de COSMO.
