La actriz ha querido rendir homenaje a su perrita Samantha, a partir de la cual clonó a dos de sus mascotas actuales, llevando a esos animales a la tumba de su 'madre'
Como la mayoría de sus fans saben, Barbra Streisand sentía verdadera adoración por su perrita Samantha y, antes de que falleciera a los 14 años de edad en 2017, se encargó de que extrajeran células del estómago y la boca del animal para 'crear' dos clones idénticos de su querida compañera canina.
Una firma coreana se encargó de utilizar esas muestras para crear a sus siguientes mascotas, Miss Violet y Miss Scarlett, que cuentan con el característico pelaje rizado de Samantha, muy poco habitual en los ejemplares de la raza Cotón de Tulear.
Pese a la compañía que le ofrecen esos canes y el otro que también posee, Fanny, la estrella de Hollywood sigue teniendo muy presente a su fiel amiga, a quien consideraba una hija más, y esta semana ha querido recordarla visitando su tumba junto a sus tres mascotas.
"Las gemelas Scarlet y Violet rindiendo homenaje a su mamá (con su prima Fanny en el medio)", ha escrito la artista en su cuenta de Instagram junto a una imagen en la que las perritas posan sobre la lápida de Samantha, que parece estar enterrada en una parte del jardín de su famosa dueña rodeada de flores.
Su decisión de clonar a Samantha -un proceso que se calcula cuesta en torno a cien mil dólares- fue recibida con un sinfín de críticas, pero ella siempre ha sostenido que, aunque sean idénticas a nivel genético, sus personalidades son completamente diferentes.
"Perderla fue un golpe terrible para mí, una catástrofe...", aseguró al portal 'Entertainment Tonight' tras verse obligada a sacrificar a su adorada Sam. "Y no son el mismo animal. En realidad, se parecen a ella, pero no puedes clonar un alma.
Es lo mismo que con los niños; cada uno es diferente, incluso si son gemelos".
