Los tiempos en los que señores adustos acaparaban las expediciones, viajes y descubrimientos son cosa del pasado. De hace 500 años más o menos. Viajar ahora es femenino, y esta no es una expresión gratuita o de empoderamiento, es un dato oficial dado por las principales agencias de viajes del mundo.
Estas agencias han hecho públicas las nuevas tendencias viajeras en la actualidad, y de ahí podemos afirmar que viajar es ahora cosa de mujeres, y la tendencia va al alza.
Ya sea en soledad, con su pareja o con amistades, son las mujeres las que organizan el viaje, las titulares de los billetes y reservas, aquellas que se ponen en contacto en primer lugar con agencias de viajes y sus destinos vacacionales. Nada menos que el 71% de los clientes totales de las agencias de viajes son mujeres.
Como decimos, esto no es una moda, es una tendencia al alza sin visos de cambio.
En el pasado 2018 el número de
mujeres que decidieron emprender un viaje solas se duplicó con respecto a lo visto en el año 2017. Actualmente un 20% de las mujeres que viaja, lo hace sola.
Teniendo en cuenta que, durante el mismo año pasado, otro 35% de mujeres viajeras se hizo acompañar por amigas, podemos decir que la mayoría de nosotras que decidió visitar otra ciudad o país lo hizo sin compañía masculina. Un 55% en total.
¿Y dónde viajan las mujeres? Independientemente de las ciudades concretas que elijan, un 65% de ellas se decantó por localidades con playa, un 25% escogió grandes ciudades y un 10% a lugares donde practicar el turismo rural o de montaña.
Estos datos reflejan que, a nivel mundial, las ciudades que más
mujeres viajeras acogen son las siguientes: Barcelona, París, Cancún, Salvador de Bahía y Miami.
La agencias de viaje, que no son tontas, han visto negocio en este hecho. Muchas de ellas proponen rutas de viaje conjuntas en las que mujeres que viajan solas puedan encontrarse con otras en caso de que les apetezca un poco de compañía en alguna etapa de su aventura.
Independientemente de tu género, viajar en solitario es una experiencia que todo el mundo debería practicar al menos una vez en la vida. Sentirse en soledad en una tierra que no es la tuya, en la que nadie te conoce y en la que eres dueña no ya de tu destino, sino de cada segundo de una experiencia única que tú moldeas a tu antojo sin miedo de entrar en conflicto con compañeros de viaje que pueden tener sus propios planes en la cabeza.
Si lo que quieres es viajar, lánzate.
Redacción COSMO
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