El amor que la estrella del pop siente por su adorado marido no ha hecho más que intensificarse desde que ambos pasaran por el altar el pasado mes de diciembre
La cantante Meghan Trainor pasó en poco más de un año de escribir una canción dirigida a su entonces desconocido y "futuro marido" -'Dear Future Husband' (2015)-, en la que básicamente fantaseaba con la idea de poner fin de una vez por todas a su mala racha sentimental, a encontrar al hombre de su vida en el actor Daryl Sabara, con quien a día de hoy protagoniza una idílica historia de amor que, además, desembocó el pasado diciembre en una boda de cuento de hadas.
A lo largo de estos últimos tres años, la estrella de la música se ha presentado en las redes sociales, y también ante los medios, como una mujer profundamente enamorada y llena de ilusión ante el futuro que compartirá con su flamante marido, haciendo gala además de un notable entusiasmo que ella misma ha justificado ahora con el momento inmejorable que vive a nivel personal.
"Todo ha pasado muy rápido y con mucha intensidad. Desde el principio tuvimos claro que estábamos obsesionados el uno con el otro, hasta el punto de resultar algo repulsivos y cursis. En el sexto día [de relación] ya estábamos en plan: 'Te amo y te querré para siempre'. Y un mes después ya nos decíamos: 'Nos vamos a casar y vamos a tener un par de hijos'.
Ese es el nivel de obsesión que tenemos", ha explicado la artista en conversación con la revista Us Weekly.
Aunque sus planes de debutar en la paternidad no se materializarán a corto plazo debido a la intensa agenda de trabajo con la que cuentan estos días los dos enamorados, la intérprete estadounidense ha aprendido a ser más paciente en estos últimos meses y, por tanto, ya no tiene necesidad alguna de precipitarse a la hora de cumplir su sueño de convertirse en madre.
"Antes era mucho más agresiva. Cuando nos fuimos de luna de miel lo tenía muy claro y decía: 'Lo quiero y lo quiero ya, tenemos que ponernos a ello'. Pero después me di cuenta de que no era el mejor momento, porque tenía que volver al trabajo y recuperar el terreno perdido. Claro que quiero tener bebés, todavía lloro cuando me cruzo con un pañal, pero sé que tengo que esperar", ha añadido en la misma entrevista.
