Como seguramente ya sabes, cada 19 de octubre celebramos el
Día Mundial contra el cáncer de mama. Una terrible e injusta enfermedad que se diagnostica a una mujer cada 30 segundos en el planeta.
Tan terrible que hemos visto necesario crear un día concreto para rebelarnos contra él, pues es una enfermedad que
se puede prevenir si nos decidimos a ello. Es por esto que cada
19 de octubre nos recordamos maneras de detectarlo desde la comodidad de nuestros hogares de una manera fácil y rápida.
En España se diagnostican cerca de 25.000 nuevos casos al año, afectando a una de cada ocho mujeres a lo largo de sus vidas. Pero en nuestro país tenemos una especial ventaja respecto a otros, y no hablamos de las bondades de una seguridad social gratuita para sus habitantes.
Esta ventaja es más una aliada que vive con nosotras desde nuestro nacimiento: la dieta mediterránea.
Durante los últimos años investigadores de todo el mundo han conseguido relacionar el tipo de dieta con la posibilidad de aparición del cáncer de mama, descubriendo que un microbioma (conjunto de genes de los microorganismos presentes en nuestro organismo) que reside en las glándulas mamarias es altamente dependiente de nuestra alimentación.
Mientras peor sea, más posibilidad de aparición de tumores en esta zona.
Con los datos en la mano, los investigadores se propusieron crear una lista con los tipos de alimentos más beneficiosos a la hora de prevenir esta enfermedad, pero cuando los tuvieron todos localizados vieron que no era necesarios agruparlos en ninguna lista, ya que eran básicamente los alimentos que conforman nuestra clásica dieta mediterránea.
Así informan desde la SEOM, Sociedad Española de Oncología Médica: "ha sido claramente demostrado con el estudio que la dieta mediterránea que contiene pescado, vegetales, legumbres, patatas, frutas y aceite reduce el riesgo de cáncer de mama hasta en un 30% y que es especialmente importante frente a tumores triple negativos, los más agresivos y de peor diagnóstico".
Por supuesto, advierten que esto nada tiene que ver con dietas milagro, ya que nuestra dieta sólo ayuda a prevenirlo y es sólo una parte entre otros múltiples factores.
También señalan que la manera más efectiva de incluir estos alimentos en nuestra dieta es cocinándolos a la plancha, al vapor o al horno, evitando todo lo posible pasar por el aceite de una sartén.
También deberemos evitar todo aquel alimento que se evita en el resto de dietas: grasas saturadas, bollería industrial, fritos, harinas blancas o embutidos ya que se asocian a un mayor riesgo de contraer la enfermedad.
Ante la terrible realidad del cáncer de mama nos queda nuestra fuerza personal y conjunta, el apoyo de nuestra familia y amigos pero también de una sociedad cada vez más concienciada y, al menos para los que vivimos junto al Mediterráneo, la ayuda de una dieta que tenemos al alcance de nuestra mano y que no sólo nos ayudará a prevenir esta terrible enfermedad, sino otras muchas.
Redacción COSMO
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