Diana Frances Spencer creció en una familia de la pequeña nobleza hasta que se casó con el príncipe Carlos, primogénito de la reina Isabel II de Inglaterra, pasó a ser la princesa de Gales. Nació en Park House, Sandringham (Norfold) en 1961. Sus primeros años de educación fueron en su casa con institutrices.
Tras el divorcio de sus padres, la custodia fue para su padre. Vivió en varios internados: la escuela King’s Lynn, el internado femenino de Riddlesworth Hall y West Heath.
Estudió en Suiza para después establecerse en Londres y trabajar en varias empresas, donde en noviembre de 1977 conoció al príncipe Carlos.
La boda de la pareja fue un acontecimiento con una amplia repercusión internacional y retransmitida por televisión. Diana despertó gran simpatía entre la población, quizás por eso conmocionó tanto su muerte.
A Lady Di le encantaba la vida familiar, preocupada por el cuidado de sus hijos Guillermo y Enrique. Empezaron los rumores de separación del matrimonio y en diciembre de 1992 llegó el divorcio. Las infidelidades estaban presentes en ambas partes: el príncipe Carlos con Camila Parker y Diana de Gales James Gilbey.
Lady Di murió en un accidente de coche con Dodi Al-Fayed, millonario de origen egipcio, cuando trataban de evitar a los paparazis. La casa real británica no quería darle demasiada importancia, sin embargo, el cariño popular consiguió que se celebrara un funeral en Westminster y retrasmitido en directo por la televisión.
Diana de Gales era un referente en solidaridad. Recorrió las leproserías de Indonesia, las unidades de socorro infantil de Harlem, los refugios sin hogar de Gran Bretaña o los campos de minas terrestres de Angola. Recaudó dinero e inspiró al mundo a salvar a los otros. Incluso creó su propia fundación. “Nada me trae más felicidad que tratar de ayudar a las personas más vulnerables en la sociedad. Es una meta y una parte esencial de mi vida, una especie de destino. El que está angustiado puede invocarme, vendré corriendo, dondequiera que estén”, dijo Lady Di.
La princesa Diana estaba siempre comprometida con los olvidados y los marginados. Recaudó 290 millones de euros al subastar 79 de sus vestidos, dinero que fue destinado para los enfermos de cáncer y SIDA. Especialmente preocupada por concienciar a la población sobre el SIDA. Fue embajadora de causas humanitarias, apodada la 'princesa del pueblo'.
Redacción COSMO
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