Reencuentros con amigos, cenas de empresa, Nochebuena, Nochevieja... El espíritu navideño insiste en que estas fiestas tratan sobre paz y amor, pero nuestros hígados tienen una idea diferente, sobre todo viendo la cantidad ingente de alcohol con la que los castigamos.
Porque la paz y el amor están muy bien, pero tendríamos que pensar si seríamos tan cariñosos en
estas fiestas si no lleváramos encima cuatro copas de buen vino tinto.
Benditos sean los abstemios porque ellos disfrutarán de las mañanas de navidad, mientras que para la gran mayoría de nosotros nos espera un tira y afloja con una sucesión interminable de
resacas.
Ya que parece inevitable que abusemos del alcohol, vamos a aprender al menos unos trucos para hacer más llevadero nuestro paso por estas navidades.
-Conócete: el primer consejo sirve para aclarar que no todo el mundo puede regirse bajo los mismos consejos. Todos tenemos un diferente punto de inflexión. ¿Qué es el punto de inflexión? Aquel momento de nuestra embriaguez en el que pasamos de emborracharnos a una velocidad a emborracharnos mucho más rápidamente con cada copa.
Si seguimos bebiendo al mismo ritmo que antes, corremos el riesgo de cruzar un punto de no retorno a partir del cual dejaremos de tener control sobre nuestras acciones.
-Estómago lleno: este consejo es tan antiguo como el alcohol mismo, pero es posiblemente el más efectivo. Si comenzamos la ingesta con el estómago vacío nuestros niveles de alcohol en sangre se dispararán hasta las nubes a una alarmante velocidad. No es mala idea seguir picando entre copas, pero asegúrate de que antes del primer trago ya has saciado tu hambre.
-Sáltate un brindis: brindar por el año pasado, brindar por el nuevo, brindar por la familia y después de los amigos. Tan sólo con los brindis ya podemos garantizar una buena cantidad de alcohol. No estamos diciendo que faltes al respeto de la persona que lo propone y dejes de beber, simplemente decimos que no hace falta beberse el vaso entero, ni siquiera un chupito. Y hablando de precisamente esto...
-Cuidado con los chupitos: Es muy difícil decirle que no a ese amigo o amiga que te propone un chupito cuando te acercas a la barra. Decimos que sí a ese potente licor de hierbas porque aún sentimos que controlamos nuestro destino, pero tenemos que tener en cuenta que el alcohol que ingerimos ahora no nos hará efecto hasta una hora más tarde. Intentar "acelerar la borrachera" aceptando chupitos porque aún nos sentimos con el control hará que nos pasemos de frenada.
-Agua al rescate: son muchos los que lo han intentado pero pocos los que lo han conseguido. Alternar una copa de alcohol con un vaso de agua para minimizar los efectos de la borrachera es francamente difícil. Es una táctica muy válida pero requiere de una voluntad de hierro y una memoria a prueba de (jäger)bombas. Una buena idea es hacer equipo con otra persona y recordarnos continuamente que debemos hidratarnos entre gin tonics.
-Escucha a los expertos: La Organización Mundial de la salud (OMS) nos aclara el tiempo medio entre copas recomendado. Dependiendo siempre de nuestro peso, excederse con el alcohol es tomar más de una copa a la hora (si pesamos más de 80 kilos) o una copa cada hora y media (si pesamos menos). A nosotros también nos parece difícil, sobre todo en plena vorágine navideña.
-Muévete: nada mejor para eliminar toxinas que el sudor. nada mejor para metabolizar el alcohol que el ejercicio físico. Mientras el sexo no sea una opción, la pista de baile será tu destino. Además, soltarás por un momento esa copa que te llevaba por el mal camino.
-Mejor vino y cerveza: a todos nos gusta premiarnos con un buen combinado de alcohol tras una buena cena, pero tenemos que elegir bien nuestras batallas, y si nos emborrachamos antes con esta clase de copas no es sólo porque el ron o la ginebra tengan más graduación que el vino o cerveza. Además de esto, las bebidas que incluyen refrescos nos emborracharán antes porque el gas irrita las paredes del estómago haciendo que el alcohol se absorba en menos tiempo.
Sabemos perfectamente que estos consejos son difíciles de seguir, sobre todo porque mientras más avanza la noche más perdemos la perspectiva, pero te garantizamos que si los sigues tendrás unas navidades más apacibles y sin tanta resaca antinavideña.
Redacción COSMO
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