Nuestra protagonista de hoy lleva haciendo cine desde la tierna edad de cuatro añitos. Toda una vida dedicada al séptimo arte, en la que ha vivido las luces y las sombras de esta arrolladora industria.
Hablamos, por supuesto, de Drew Barrymore, una de las pocas actrices de la industria que puede decir que ha descendido a los infiernos de la fama y ha conseguido salir intacta.
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Amor en juego, la historia de un triángulo amoroso peculiar entre un hombre, una mujer y un deporte. La cinta está dirigida por los hermanos Farelli, los autores de esas gamberradas llamadas Algo pasa con Mary o Dos tontos muy tontos.
Para celebrar su estreno, vamos a hacer un repaso por algunas de las curiosidades más llamativas de la vida y obra de Drew Barrymore.
Destinada al cine. El celuloide forma parte del ADN de la actriz. No en vano es nieta de John Barrymore, un célebre actor de los años 30, cuando el cine era mudo.
También sus tíos se labraron una reputación como actores teatrales y sus padres también hicieron sus pinitos en el mundillo. Debido a todas estas conexiones, Drew tuvo la suerte de tener a la pareja de padrinos más peculiar de toda la historia de los padrinos. Por un lado, el director Steven Spielberg y por otro lado la legendaria Sofia Loren.
Evitando la maldición. Debido a estas conexiones, Drew pudo debutar a la tierna edad de cuatro años en la gran pantalla, en la película Altered States (1979). Su padrino Spielberg le hizo una prueba para protagonizar la cinta de terror Poltergeist como la niña Carol Anne. Finalmente el papel fue a parar a manos de otra actriz infantil, Heather O'Rourke, que moriría trágicamente a la edad de 12 años debido a la enfermedad de Crohn, un suceso que aumentó la leyenda negra en torno a una supuesta maldición que sacudiría a muchos miembros del reparto y técnicos de aquella cinta de terror. Sea como fuere, Drew evitó este terrible drama.
E.T. en su casa. Y aunque Spielberg no la veía como la protagonista de Poltergeist, sí la eligió para un papel mucho más amable. La hermana de Elliot, el niño que acoge a E.T. el extraterrestre en casa. A la tierna edad de 6 añitos ya se comía la pantalla y protagonizaba algunas de las escenas más divertidas de la cinta. Lamentablemente, y aunque había conseguido evitar la maldición de Poltergeist, otra oscuro camino le esperaba más adelante.
Juventud destructiva. Su paso de niña a adolescente fue la etapa más oscura de su vida. Aquella niña de mejillas sonrosadas se había convertido, debido a la fama, en una joven autodestructiva adicta a todo tipo de drogas. Entró en conflicto con su familia, estuvo internada en numerosas ocasiones sin llegar a reformarse e incluso sobrevivió a varios intentos de suicidio. En aquella época pocos pensaban que Drew llegaría a la mayoría de edad, pero para sorpresa de todos, vio la luz y se recuperó por completo.
Las páginas de su vida. Drew ha tenido siempre el arte en las venas, y escribir era una de las pasiones que más le movían. Durante su adolescencia tenía claro que un día escribiría un libro contando todos los pasajes oscuros de su juventud, pero también sabía que era poco probable que llegara viva a su adultez para poder escribirlo. No sólo se recuperó, sino que vio cumplido su sueño en 2014 cuando publicó Find It in Everything, una historia de superación que fue un éxito de ventas en Estados Unidos.
Pese a sus problemas de juventud, Drew ha emergido en la vida adulta superando todos sus problemas, consiguiendo triunfar en el mundo del cine y siendo madre de dos hijos.
Redacción COSMO
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