Nuestro protagonista de hoy ha sido uno de los villanos más temidos del cine, un nazi sin escrúpulos y un dios griego. Pero aunque también ha dejado huella en el cine con su terrible Voldemort en la saga Harry Potter, con su escalofriante actuación en La Lista de Schindler o como Zeus en los filmes de Ira de Titanes, para nosotros
Ralph Fiennes siempre será
El Paciente Inglés.
Cosmo emite este fin de semana la cinta ganadora de nada menos que nueve Oscar de la Academia y que narra la historia de un misterioso paciente que revela poco a poco los secretos de su vida a una enfermera en un monasterio italiano durante la segunda guerra mundial.
Para prepararnos antes de su emisión, vamos a hacer un repaso por algunos de los datos más curiosos en la vida y obra del gran Ralph Fiennes.
Destinado al arte. Todos los factores en la vida de un joven Ralph apuntaban a que su carrera se centraría en las bellas artes. Su madre era la célebre escritora Jennifer Lash y su padre también gozaba de cierta fama como fotógrafo. Ambos progenitores decidieron que su hijo se dedicaría a otra de las artes, como si quisieran cubrir todo el terreno con su apellido, y así el joven Ralph empezó sus estudios de pintura.
Y en un acto de rebeldía pero sin rebelarse mucho, Fiennes optó finalmente por las tablas del teatro y comenzó sus estudios en la Real Academia de Arte Dramático de Londres.
Ralph y el método. Fiennes es uno de los actores más comprometidos que te puedes encontrar en el panorama cinematográfico. Para prepararse sus papeles usa aquello que se denomina "el método", que consiste en meterse todo lo posibe en la piel de sus futuros personajes. Así, para preparar su asesino en la cinta El Dragón Rojo, pasó meses visitando a pacientes psiquiátricos, leyendo los escritos que estos le dejaban e intentando entender sus motivaciones. Llegó a engordar 15 kilos para interpretar al despreciable nazi de La Lista de Schlinder, incluso cuando Spielberg le dijo que no hacía falta. Pero a Ralph le parecía adecuado que su personaje luciera barriga y así fue finalmente.
A las puertas de Auschwitz. Steven Spielberg no consiguió permisos para rodar dentro del campo de concentración de Auschwitz, escenario de una de los más terribles y oscuros capítulos de la humanidad en el siglo XX. Y así pues, aunque no pudieron rodar dentro, construyeron el escenario en la puerta del campo de concentración para que al menos apareciera de fondo. Ralph, entonces un desconocido actor aún, afirma que fue una de las épocas más terribles de su vida, pues tenía que levantarse cada día con la visión de este campo de exterminio, lo que apagaba cualquier rasgo de felicidad y optimismo en su alma.
Voldemort tiene corazón. Cuando le ofrecieron el papel del villano en la saga Harry Potter, Fiennes dijo inicialmente que no, ya que le parecía demasiado comprometerse para tantísimas películas. Pero cuando sus sobrinos se enteraron de que estaba a punto de rechazarlo le rogaron que lo aceptara, ya que son auténticos fans de los libros. Por esto, Ralph acabó aceptando e incluso uno de sus sobrinos tuvo un fantástico premio a cambio, interpretando al Voldemort niño que aparece en un flashback en Harry Potter y el misterio del Príncipe.
El paciente Ralph Fiennes. En la película que Cosmo emite este fin de semana, muchas de las escenas que rodó el actor le mantenían postrado en la cama y cubierto de ficticias quemaduras hechas por el departamento de maquillaje. Aunque la mayoría de los planos que rodó no requerían de un maquillaje corporal completo, ya que las sábanas de la cama le tapaban la mitad del cuerpo, Ralph insistía que le cubrieran el cuerpo entero con este maquillaje, ya que esto le ayudaba a meterse en la quemada piel de su inolvidable protagonista.
Cosmo emite este sábado a las 22:30
El Paciente Inglés, una aventura romántica como las que ya no se hacen.
Redacción COSMO
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