¡Descubre qué opinan nuestras chicas!
¿Recuerdas qué es ser becario? Con el motivo del estreno esta noche a las 22:15 horas de 'Great News' nuestra nueva y refrescante serie en la que la madre de nuestra protagonista entra como becaria a su empresa, nuestras chicas del #COSMOJurado han querido compartir con nosotros cómo fueron esas primeras experiencias en el mundo laboral, si están a favor o en contra de las becas... ¡No te pierdas sus opiniones!
Solo he sido becaria una vez en mi vida, durante las prácticas de un master de comunicación de moda, y aunque solo fueron unas semanas las recuerdo como bastante intensas y agotadoras. Me tocó hacerlas en una empresa que organiza varios desfiles dentro del marco de la semana de la moda de Madrid.
Hasta entonces no comprendí de verdad la locura y el estrés que hay detrás de cada desfile de moda, por pequeño que sea. Fue una experiencia que no olvidaré, pero que no repetiría como becaria.
Si tengo que sufrir estrés por el trabajo creo que lo mínimo es que al menos sea algo remunerado, digo yo.
En cambio sí que hay otros puestos para los que no me importaría presentarme como becaria, como uno que descubrí ayer en una clínica veterinaria especializada en gatos, que busca a una persona que se encargue de acariciar a sus pacientes para tranquilizarlos y ayudarlos a sentirse mejor. ¡Definitivamente, especialista en achuchar mininos es algo que me encantaría poder poner en mi currículo!
Lo más gracioso es que la oferta de trabajo, no solo es real, sino que además no buscan becarios, ya que ofrecen a cambio un muy buen sueldo. ¡Si no fuera porque el trabajo es en Dublín y me pilla un poco lejos no me lo pensaba dos veces!
Ser becario, ese drama.
De este tema ya hemos hablado mil veces, yo por lo menos. Sobre la mafia empresarial que se ha formado alrededor de la figura del becario: todas las empresas quieren becarios. Becarios para todo el mundo, cuantos más mejor; total, son gratis. Si hay que estar tres meses enseñándoles todo para que a los seis se vayan y venga otra remesa, ¡pues que así sea! El problema llega cuando esas becas se ofrecen a personas que tienen años de experiencia a sus espaldas, pero que siguen teniendo un “perfil junior” (a.k.a. eres muy joven para que te paguemos mil euros). Que a mí se me cae la cara de la vergüenza cuando gente de 30 años me dice que solo ha trabajado de becario, en mil empresas, pero siempre beca. OMG.
Pero bueno, tampoco me enrollo porque mi lucha permanente por no trabajar gratis la podéis ver en vídeo.
Lo que sí es cierto es que al final entre becarios siempre se hace piña estés en la empresa que estés. Y de ahí salen amistades o proyectos tan ingeniosos como el de los chicos de La cara B de la Publicidad, que han parodiado un libro hecho por creativos para ensalzar a creativos (los más grandes de España), para contar cómo es en realidad trabajar en el mundo de la publicidad y empezar como becario. A mí que me toca la industria de cerca, este proyecto me parece brillante.
Lo más parecido a ser becaria que he hecho en mi vida laboral es estar de prácticas en una empresa. Y no unas prácticas así sin más aburridas, mis prácticas fueron las prácticas obligatorias para obtener el título homologado de Monitor de Ocio y Tiempo Libre, el curso más divertido que se puede hacer si eso del Ocio y el Tiempo Libre te gustan (¿a quién no?).
Fueron 30 días intensivos en un Campamento de verano Urbano de Madrid, es decir, un Campamento de verano en el que los niños pasan todo el día (en las instalaciones de un colegio, normalmente) y van a casa a dormir. No tengo ninguna anécdota que señalar porque cada día fue divertidísimo. Imaginad, un trabajo que consiste en hacer gincanas temáticas, ir a la piscina una vez a la semana, ir de excursión, sesiones matinales con un cine, abierto solo para nosotros, y visitas a museos. Un no parar con niños con ganas de pasarlo bien que hacen que te contagies y te sientas niño otra vez, el niño “que manda” pero niño al fin y al cabo.
Y me quedo con las cartas finales que algunos peques te escriben con dibujos, las fotos de grupo del último día todos con la misma camiseta y las despedidas prometiendo que nos veremos el próximo año. ¿Repetiría? Estas prácticas sí, otras… me lo pensaría.