La pasta en el menú, siempre en mitad de la polémica. Échale un vistazo a las tablas de dietas y verás como la mitad la recomiendan y la otra mitad la prohíben tajantemente.
¿En qué quedamos entonces? ¿Valen más sus nutrientes o sus carbohidratos? ¿Es recomendable incluirla en el menú o debemos hacer caso a aquellos que dicen que es la puerta de entrada a algunos kilos de más?
Mientras el resto del mundo sigue enredado en este debate, en Italia, tierra de los inventores de tan apetitoso plato, lo tienen bastante claro: la pasta debe ser parte de nuestro menú.
Y no lo dicen por orgullo patrio, sino porque en tierra transalpinas
la pasta se consume de un modo muy diferente al que usamos nosotros. Así que la respuesta al debate de si la pasta engorda es la siguiente: no engorda si se prepara como hacen en Italia.
Veamos ahora este
modo de preparación y la diferencia que existe en cómo la cocinamos nosotros.
La pasta no es plato único. Pocas recetas tan socorridas y fáciles de preparar como un buen plato de pasta.
En el resto del mundo, por regla general, una generosa ración de espaguetis o macarrones suele ser el contundente plato único con el que quedarnos saciados. Pero según los italianos, esto es un error. Allí, la pasta se usa como entrante o como primer plato en raciones mucho menores de las que preparamos aquí. Y por supuesto, esta moderada cantidad de pasta será acompañada por un segundo plato que aporte fibra vegetal y proteínas.
Siempre al dente. Si miras el paquete de cualquier paquete de pasta, verás que muestra diferentes tiempos de cocción para obtenerla al punto o al dente. En el resto del mundo lo normal es cocinarla al punto, pero de nuevo, esto es un error. Al cocinarla al dente, como hacen los italianos, se consiguen dos ventajas que nos ayudarán a no engordar. Por un lado, al ser más dura nos costará más masticarla, por lo que invertiremos más tiempo en esta tarea y nos cansaremos antes de ella, ingiriendo menor cantidad. Por otro lado cocinarla al dente hace que no todo el almidón que contiene sea digerible, por lo que gran cantidad de esta pasta pasará de largo por el estómago entrando directamente a nuestro intestino, hecho que repercutirá en nuestro peso y en una mejor digestión.
El acompañamiento es primordial. La pasta es un plato tan socorrido que normalmente vemos con buenos ojos el acompañarla con lo primero que vemos en la nevera. Cuando un italiano prepara pasta, lo hace buscando un equilibrio y siendo consciente de que necesita acompañarla de algo diferente a los carbohidratos. Y lo hacen añadiendo carne, pescado, marisco pero sobre todo verduras. Por supuesto una salsa de tomate es más que recomendable, pero la diferencia es que ellos la elaboran artesanalmente y no recurren a los preparados que sí usamos aquí y que entre otros ingredientes poco recomendables contienen bastantes azúcares añadidos. Incluso no es necesario recurrir al tomate o a la nata de la salsa carbonara. Un simple sofrito de verduras es más que suficiente como acompañamiento y ciertamente mucho más sano que inundar el plato de salsa.
Huye del pan. La pasta son primordialmente hidratos de carbono. El pan, también. Es muy poco recomendable unir ambos alimentos en una misma comida ya que nuestros niveles de azúcar se pondrán por las nubes. Es muy apetecible mojar la miga del pan en la salsa sobrante, pero también lo es comernos una tarta de chocolate entera y no solemos hacerlo.
Siguiendo estos consejos no tendrás que sacar la pasta de tu menú.
Redacción COSMO
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