Imagina tener que levantarte a las cinco de la mañana en un pueblo de montaña con temperaturas muy inferiores a cero. Imagina lidiar sin éxito con el motor congelado de tu coche y decidir que o sales andando ya en dirección al trabajo por ese infierno blanco o no llegarás a tiempo. Imagina que tienes el valor y la perseverancia para recorrer a pie ese trecho sin que eso te suponga un problema.
Esa, a falta de una mejor, es la definición de Sisu. Una palabra finlandesa que define la capacidad de cada uno para enfrentarse a cualquier tormenta, ya sea real o metafórica.
Y sí, sabemos que cada país tendrá una palabra para definir el valor o la perseverancia.
En el idioma español tenemos expresiones como "coger al toro por los cuernos" o "tener agallas", pero hay que reconocer que los finlandeses tienen bastante valor al salir cada mañana de casa y encarar un clima más propio de regiones árticas y es por ello que más que una palabra, es una actitud.
No conocemos el origen de la expresión, pero sí sabemos que comenzó a hacerse popular debido a la resistencia implacable de Finlandia ante el intento de invasión rusa en la Guerra de Invierno, en 1939.
El Sisu, que no tendría una traducción literal, expresa nuestra capacidad para
superar un obstáculo incluso cuando la experiencia o el sentido común nos dicen que lo mejor sería no hacer nada. Pero el Sisu no tiene nada que ver con lanzarse a lo loco a cualquier aventura, sino que es más una actitud mental que
se basa en los siguientes elementos, y que tú puedes utilizar también para salir de cualquier bache.
Perseverancia, o la capacidad de no rendirse nunca aunque lo más fácil sea tirar la toalla. Ninguna circunstancia es más poderosa que nuestra fuerza de voluntad.
Paciencia, o como decíamos más arriba, no lanzarse a lo loco. Para superar cualquier barrera no sólo basta con nuestra fuerza, sino que tenemos que aprender a esperar al momento más propicio para que nuestros planes tengan éxito. Esta paciencia nos hará fuertes en los momentos más bajos de nuestra vida, porque seremos conscientes de que en un punto de nuestro futuro, ese problema será superado. Una inteligencia emocional que nos lleva hasta el siguiente punto.
Control del estrés, o lo que es lo mismo, no dejarse llevar nunca por un pánico que haría que nuestros esfuerzos no fueran tan efectivos. Los finlandeses han perfeccionado esta técnica, y no sólo en los momentos en los que
encaramos un problema, sino en su día a día. Ellos son conscientes de que una vida sin estrés nos reportará además menos problemas mentales y de salud, empezando por nuestro corazón.
Claridad de ideas, o saber perfectamente cuál es nuestro objetivo. Ser conscientes de por qué queremos acabar con ese problema. Si es porque nosotros lo hemos decidido o es la sociedad la que nos presiona para hacerlo. Para ello, hemos de ser sinceros con nosotros mismos, visualizar las metas que queremos alcanzar y reunir la determinación para poder hacerlo.
Confianza, o la piedra base sobre la que se construye todo nuestro Sisu. Para alcanzar una meta no sólo hay que visualizar el camino, también tenemos que convertirnos en un vehículo todoterreno capaz de superar cualquier obstáculo. La confianza sólo llegará cuando nos conozcamos a nosotros mismos, nos aceptemos y nos queramos por lo que somos.
Puede que estos valores no sólo sean propios de Finlandia, pero ellos han sabido resumirlos en una palabra y en una actitud. Tan importante es para ellos tomarse la vida con Sisu, que hace unos años fue elegida como la palabra preferida en su idioma.
¿Nos tomamos la vida con un poco más de Sisu?
Redacción COSMO
Noticias escritas por el equipo de redacción de COSMO.
