Hoy cumple 76 años Harrison Ford, el actor que mantiene el récord de los mayores ingresos en taquilla de toda la historia del cine. Casi nada. Representó como ningún otro en la gran pantalla el asombro y el sentido de la aventura. El culpable de que niños y niñas de todo el mundo quisieran ser arqueólogos como su Indiana Jones o que miraran a las estrellas soñando con ser Han Solo.
Tablas dentro y fuera del escenario. Aunque debutó como actor en el lejano 1966, Harrison nunca tuvo claro que su futuro pudiera estar ante las cámaras.
Por ello, nunca dejó del todo su segundo oficio, carpintero. Lo hizo porque el dinero que ganaba como actor no era suficiente para mantener a su familia y porque nunca tuvo mucha fe en poder convertirse en una estrella. Entre sus trabajos como carpintero más importantes, destaca el de ser tramoyista para una gira del legendario grupo de Jim Morrison, The Doors.
Su padrino, George Lucas. Cuando el célebre creador de la saga Star Wars se encontraba haciendo el casting para su segunda película, American Graffiti, se las vio y se las deseó para encontrar al actor adecuado que reuniera la actitud chulesca que el personaje del Oficial Falfa requería. Lucas encontró la solución dentro de su propio despacho, pues Harrison era el carpintero que se encargaba en ese preciso momento de reformar la oficina del director. Aunque Ford no las tenía todas consigo en un primer momento, aceptar ese papel le acabaría abriendo las puertas de Hollywood.
El ¿único? Indiana Jones. Cuando rodaba bajo las órdenes de Steven Spielberg Indiana Jones y el templo maldito, Harrison sufrió una lesión de hernia de disco que lo mantuvo alejado del plató durante varias semanas. Por motivos económicos y de agenda, la producción no pudo detenerse, y el director empleó al doble de Harrison para rodar una escena completa, aquella en el que Indy lucha contra un fornido enemigo sobre una cinta transportadora con una prensa mortal en su extremo. Resulta que ese doble, llamado Vic Amstrong, se parecía físicamente tanto a Ford que la mayoría de los participantes en el rodaje ni siquiera se dio cuenta de que no era el verdadero Indiana.
El legado animal. Como muchos otros actores, Harrison Ford emplea su fama en concienciar al público de la necesidad de cuidar y respetar a la madre naturaleza. Participa en varias organizaciones medioambientales y dona dinero con frecuencia a toda clase de causas. Como homenaje a su persona, algunos animales de reciente descubrimiento han sido bautizados en honor al actor. Es el caso de una clase de hormiga descubierta en Centro América, la Peidole Harrisonfordi, o la araña Calponia Harrisonfordi. Al menos no son serpientes, el animal más temido por el bueno de Indiana Jones.
Aciertos y rechazos. Pese a lo que decíamos un poco más arriba, hay algo indiscutible en esta vida. Harrison Ford ES Indiana Jones. Pero esto estuvo a punto de no ser cierto, pues él sólo consiguió el papel porque la primera opción del director, Tom Selleck, tuvo que rechazarlo por verse envuelto en la serie de detectives Magnum. En esta ocasión Ford salió ganando, pero años más tarde cometería el error de rechazar un papel que le habría reportado muchos premios. Nada menos que el protagonista de La lista de Schindler, que finalmente fue a parar a las manos de Liam Neeson.
El actor no pierde el sentido del humor, lo pudimos ver el
'The Graham Norton Show' contando por qué asiste a los premios. Si quieres conocer más anécdotas no te pierdas el programa de Graham que está
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Redacción COSMO
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