Puede ser que últimamente no consigas ser totalmente feliz y no sepas por qué, simplemente
no te encuentras del todo satisfecho o tranquilo. Esto deriva en
problemas de ansiedad por no poder controlar todo lo que pasa a nuestro alrededor. Por ello, te dejamos con
7 consejos básicos para que aprendas a relajarte y evitar pensar constantemente en todos esos asuntos que no paran de interferir en tu vida.
1. Evita las prisas, tómatelo con calma
Comienza el día con tiempo.
Prepárate de forma tranquila por la mañana y procura desayunar relajado y sereno. Y aplica esto al resto de tu día. Si vas con prisas, el cerebro funcionará también más deprisa y tenderemos a pensar que las cosas están fuera de control, lo que generará más ansiedad. Por ello, debes disminuir tu ritmo de vida, tomarte las cosas con más calma para ser más productivo y tener menos preocupaciones. ¿Alguna vez has escuchado eso de "Vísteme despacio que tengo prisa"?
2. Aplica la regla de los dos minutos
No dejes tareas pendientes, esto solo te producirá más ansiedad. Si esa tarea no dura más de dos minutos, los expertos aconsejan finiquitarla cuanto antes, pues recordarla constantemente te consumirá mucha más energía que ponerte a resolverla. Una buena forma de andar relajado y no dejar tareas pendientes es tener una agenda bien organizada. Prioriza las tareas más importantes y deja para el final las que lo son menos, sin descuidar algo de tiempo para el descanso.
3. Regálate una hora al día
Hablando de tiempo de descanso... nada mejor para relajarse que cuidar de uno mismo y saber que se tiene tiempo para ello. Reserva cada día una hora para dedicarte especialmente a ti mismo y desconectar de todos los proyectos que tienes en mente. No es necesario que estés sin hacer nada si no quieres, se trata de hacer algo que quieras y realmente vayas a disfrutar. Practica algún deporte, realiza una rutina de belleza, sal a caminar, etc. Esto es algo muy beneficioso que deberíamos adoptar de la cultura oriental, dejando un poco de lado las odiosas prisas occidentales.
4. Acepta la ansiedad y la incertidumbre
Debemos tener claro que nos es prácticamente imposible controlarlo todo. Acéptalo y te ayudará a sentirte mejor y vivir mucho más tranquilo. Sabemos que la incertidumbre es bastante dura, pero aún lo es más el intentar cambiar por todos los medios las cosas que no está en tu mano cambiar. Ten en cuenta que a veces la mente juega malas pasadas y podemos hacer un mundo en nuestra cabeza de algo que en realidad no es para tanto. Procura dedicar tiempo a pensar sobre la ansiedad, a saber qué la produce y cómo puedes canalizarla, siempre aceptando que está ahí.
5. Hazte partícipe del Carpe Diem
No puedes pasarte la vida pensando en un pasado que no puedes cambiar y en un futuro que más que otra cosa solo te produce ansiedad y dolores de cabeza. Estás aquí y ahora. Debes vivir en el presente y preocuparte por sacarle el máximo. Una práctica que puede ayudarte mucho en este punto es el mindfulness, céntrate en la experiencia que estás viviendo en este momento, sin abrirle las puertas al futuro ni al pasado y dale importancia a los pequeños detalles.
6. Atento a los pensamientos negativos
¿Tus preocupaciones parecen estar por encima de la realidad? Tal vez, si lo parece, es porque sea así. No debes verlo todo desde una perspectiva tan pesimista, casi terrorífica. Piensa en tus problemas, sácalos fuera y atrévete a plantarles cara. Si cuestionas tu pensamiento desde todos los ángulos posibles, es muy probable que acabes desarmándolo y, por tanto, deje de tener tanta fuerza en tu mente. Algo que ayuda mucho es plasmar lo que sientes sobre un papel, no cuentes una historia si no quieres, simplemente apunta tus pensamientos y enfréntate a ellos.
7. Cuida de ti mismo
Es lo más importante. Regálate tiempo, descansa, relájate y aprende a quererte y mimarte. Seguro que si comienzas a cambiar de hábitos por unos más saludables y placenteros conseguirás ir desterrando poco a poco la ansiedad que ahora no te deja respirar. Opta por una dieta adecuada, practica ejercicio físico, relájate con un buen libro, descansa lo suficiente y sumérgete en un sueño reparador... hay muchas pequeñas cosas que puedes cambiar para conseguir sentirte mejor contigo mismo y cuidarte como te mereces.
Redacción COSMO
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