1. Tienes que hacerlo sí o sí. Irse solo de viaje es algo que todo el mundo tiene que hacer
al menos una vez en la vida. Es una experiencia única e inolvidable y es tan enriquecedora que acabarás repitiendo seguro.
2. Pasar tiempo a solas con uno mismo y bla bla bla, es muy gratificante. Pues sí, ese tipo de frases inspiradoras e intensas que has escuchado hasta la saciedad sobre lo mucho que te vas a conocer a ti mismo al pasar un tiempo solo, resulta que son ciertas, pero
no serás consciente de ello hasta que no las compruebes por ti mismo.
3. Tener miedo es inevitable. Esto es así, habrá momentos en los que puede que tengas miedos, pero no pasa nada. Tener miedo no es malo, lo importante es
controlar ese miedo y no dejar que éste te impida avanzar. Superarás todos tus miedos y te harás mucho más fuerte.
4. Te tratarán mejor por el mero hecho de estar solo. A veces cuando estamos en grupo es más difícil conectar con otras personas, porque total, estamos rodeados de gente y para qué necesitamos a alguien más. ¡Error! Cuando alguien descubre que estás solo se preocupa más por ti. Te tratarán mejor,
se interesarán más por ti y te invitarán a conocer a sus amigos. Así es más fácil conocer gente.
5. Si quieres conocer gente, tienes que poner de tu parte. Fíjate en la gente que está leyendo un libro en algún lugar público y llevan mochila. Son firmes candidatos a estar viajando solos. Otras opciones son
hacer los típicos free tours, dormir en hostels o albergues y
comer en restaurantes con mesas comunales o lugares públicos al aire libre. Conocerás nuevos amigos seguro.
6. Conversaciones profundas. Estando solo, un sencillo “¿A dónde te diriges?” sentado en la estación del tren puede hacer que alguien acabe por convertirse en tu "más mejor amigo:, que diría Forrest Gump. Eso es porque las
conversaciones con gente que creemos que no volveremos a ver nunca más son mucho más profundas e íntimas que con amigos.
7. Harás lo que quieras, como quieras y cuando quieras. Tú marcas el ritmo de tu viaje. En este viaje no necesitas pedir permiso, ni ponerte de acuerdo, ni coordinar agendas. Puedes irte cuando y a dónde tú quieras a comer, caminar, bailar o dormir. Este, es el
pequeño gran placer de viajar solo.
8. Te llevarás recuerdos inolvidables. Si estás cansado del trabajo quizás te apetezca un cambio radical,
un viaje de esos que nunca se olvidan. O mientras estés en la playa en Tailandia te dé por hacerte un tatuaje que te recuerde para siempre esa experiencia vivida. Hagas lo que hagas, volverás a casa con muchísimos recuerdos.
9. Repetirás. Viajar solo es una
montaña rusa de emociones, te generará tal adrenalina y el resultado será tan gratificante que repetirás, seguro.
10. ¿A qué esperas? ¡El mundo está ahí fuera esperándote!
Redacción COSMO
Noticias escritas por el equipo de redacción de COSMO.