Pero… ¡este niño es como un perrillo faldero! ¡No se despega de mà ni a tiros! ¿Para eso nos mudamos de un mini piso a otro tres veces más grande? ¡Anda ya!
Y el colmo es que cuando tiene sueñito… Se me pega, se me sube… y ¡¡me mete mano!! Es cogerle aúpa y enseguida cuela la manita por el escote, o por debajo de la camiseta. Me lo expliquen, por favor.
Total, que pillando la directa y voy y lo meto en su cuna con la persiana cerrada. Lo dejo ahà confiando en que se echará una soberana siesta. Y resulta que lo que ocurre es que me pego la media hora siguiente escuchándole canturrear.
Creo que se canta a sà mismo para que le entre el sueñico. Después del repertorio de nananaaaaa, se hace el silencio…
(El Cachorro en general canturrea sin parar. Por favor, qué gracia me hace).
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