Resulta que hoy el nene es médico. Así que a mí me toca ser paciente. Y debo de tener mal los oídos. Así que ha cogido una baqueta del tambor, que es, como todo el mundo sabe, el instrumento indicado para examinar el tímpano, y acercándose a mí, se ha puesto a revolverme el pelo…
“Quita lo peloz…”
Ha conseguido explorarme y ha dictaminado que no tengo nada y yo ya me quedo muuuuucho más tranquila.
Deja un comentario *
* Tienes que pertenecer al Club Cosmo para poder hacer comentarios