Nada, nada. Que nos da igual lo que ponga en la etiqueta de la maleta. La mejor manera de medir su capacidad es metiendo a El Cachorro dentro.
Ah, y para ver su movilidad con carga, a darle vueltas.
¿Y lo que le gusta a El Cachorro colaborar para que hagamos la mejor compra?
De hecho, nos decidimos y encargamos una. A los días vamos El Cachorro, su abuelo y yo a por ella, y a la vuelta mi pequeño se encuentra cansado y echa de menos su carro. Así que nos apañamos y “fabricamos” uno…
¿¡Pero cómo no va a tener ganas El Cachorro de que vengan a verlo sus abuelos si se lo pasa en grande?!
Aquí, uno haciendo de tigre y el otro de león.
Y el verdadero animal, de miranda. Pero qué fauna tengo en casa.
Deja un comentario *
* Tienes que pertenecer al Club Cosmo para poder hacer comentarios