Entro en el cuarto de los niños, a darles un besito y verlos dormir. Y me encuentro a Don Bimbas de esta guisa:
Debe estar soñando que le están atracando…
Ya podÃa rendirse tan fácil, el mochuelo. Pero se ve que solo baja la guardia mientras duerme. Qué majico. Me voy callandico porque si lo despierto, la lÃo pero gorda. Porque el otro, no. Puedo ir al cuarto con un cuadro flamenco, y El Cachorro no dejará de roncar ni un instante. Pero Don Bimbas tiene mal dormir. Se despierta cada dos por tres y no necesita, por lo visto, descansar como el resto de los mortales. Asà que, despertarlo, es hipotecarte la noche. Ya lo hará él solito…
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