Viene El Cachorro al cuarto de estudio: “¿Tienes una cuerda?” Busco una cuerda en el lugar donde tengo todos los aperos de por si acaso nos toca hacer un trabajo, y encuentro un cordón. Se lo doy.
– ¿Me lo puedo quedar?
– Claro.
– ¿Pero para siempre?
– Sí.
– ¿Y celo me puedes dar?
– Claro, toma.
Luego lo oigo buscando unas tijeras. Al poco, aparece en el quicio de mi puerta, rugiendo. Lo miro y me encuentro esto:
¡Pero bueno! ¡Qué maravilla!
“He visto una máscara y he dicho, voy a hacer una yo solito”.
Está de un creativo últimamente que tira de espaldas.
El monstruo está MUY conseguido.
Deja un comentario *
* Tienes que pertenecer al Club Cosmo para poder hacer comentarios