Que tenga un hijo y me quede tan pichi ¡y que cambiarme de casa me esté trastornando tanto…!
(Como dice mi amiga Gabi, la maldición más cruel y maldita es: “¡Ojalá te mudes!”)
Que tenga un hijo y me quede tan pichi ¡y que cambiarme de casa me esté trastornando tanto…!
(Como dice mi amiga Gabi, la maldición más cruel y maldita es: “¡Ojalá te mudes!”)
Dado lo que innové en mi dieta estando embarazada y lo bien que me salió El Cachorro, estoy pensando en que quizá sea buena idea pasar de tanto purecito y alimentarlo solo con bibe como antes hasta que pueda comer hamburguesas del Mc Donalds.
(No sé qué inventar para librarme de hacer los dichosos purés).