Televisiva producción realizada a la medida de la actriz Courtney Cox (Friends, Scream), quien comparte cartel con su pareja en la vida real: David Arquette. La actriz interpreta a Samantha, una joven que es abandonada por su novio en la primera escena de la película. Este hecho nada deseable será el origen de sus fobias por lo que necesitará acudir al psicólogo, afrontar su vida sin pareja y superar su desengaño con el género masculino. Una comedia que pretende ser alocada y moderna, pero que no ofrece nada que no hayamos visto antes. Su factura es pobre y el desarrollo bastante convencional.