Por sus casas las conoceréis. Asà arrancamos un nuevo post dedicado a Sexo en Nueva York, que cumple 15 años este mes de junio. Si en el anterior post nos Ãbamos de ruta gastronómica por los rincones preferidos de estas cuatro mujeres, en esta ocasión vamos a abrir las puertas de sus increÃbles casas, esos espacios Ãntimos que descubren matices de los personajes.
Aunque cualquiera de estos cuatro hogares tiene su encanto particular, empezaremos por la primera de las protagonistas a la que le alcanza la nómina para pagar una hipoteca: Miranda Hobbes. La cÃnica e inteligente abogada adquiere un apartamento de una sola habitación en la calle 85, donde vive toda la serie hasta que en la temporada final se muda con Steve y su hijo a Brooklyn.
En el lado contrario, la ostentosa Charlotte York, la que disfruta de mejor posición social. De soltera, la marchante de arte vivÃa en un perfecto e impoluto pisito de Central Park West, una de las mejores zonas de Nueva York, pero al contraer matrimonio con Trey se traslada a una zona más exclusiva si cabe, Park Avenue, un pisazo de esos con kilómetros cuadrados, innumerables cuartos de baño e infinitas habitaciones de invitados. Bueno, hemos exagerado un poco, pero puedo asegurar que es una choza digna de una celebrity.
También puede presumir de casa Samantha Jones, que se traslada en la tercera entrega al bullicioso distrito de Meatpacking, un barrio peligroso hasta hace muy poco tiempo al que un grupo de ejecutivos y rostros famosos decidieron darle una vuelta convirtiéndole en una de las zonas más de moda de Nueva York. En este lugar, dedicado hace 150 años a la distribución de carne y lugar residencia de travestis y prostitutas, la más promiscua de las protagonistas se acondiciona un lujoso loft.
Pero si me tengo que quedar con un pisito de soltera tengo claro que serÃa el de Carrie. El apartamento de la columnista, situado en el 66 de Perry Street, oferta lo justo y necesario, pero sobre todo tiene uno de los más maravillosos vestidores que hayamos podido ver en la pequeña pantalla. Envidio profundamente a Carrie cada vez que la veo pasearse por esa habitación mágica en la que se amontonan toda clase de estilismos y de zapatos carisÃsimos, como los Manolo Blanik o los Jimmy Cho por los que sentimos verdadera devoción. Por cierto, el edificio completo fue vendido de verdad el pasado año por más de nueve millones y medio de dólares. Y mucha culpa de ese precio la tiene la serie.
Justo estaba buscando ideas para un pisito de soltera, ya que me acabo de separar de mi novio. Este post me ha venido genial, lo he encontrado por casualidad… y me ha encantado. Ojala pudiera hacerme un vestidor como el de la última foto, que pasada… Bueno, supongo que esto ahora será una aventura http://lasaventurasdeafrica.blogcindario.com/ asà que a tener paciencia y buscar jejeje. Muchas gracias por el post de verdad!