Esta es una pregunta más frecuente de lo que creemos, de hecho, casi todas nos la hacemos en algún momento de nuestras vidas. Lo primero que hay que decir es que es de lo más cotidiano sentirse así algunas veces, y forma parte de nuestra esencia como humanos. Dicho esto, hoy queremos compartir contigo el motivo por el que surge este incómodo pensamiento y sentimiento, y qué podemos hacer para superarlo, integrarlo, e incluso comprenderlo.
La nuestra es una especie inconformista, exploradora, transgresora, viajera, luchadora, colonizadora, superviviente…etc. Y es precisamente el inconformismo entre los muchos adjetivos que sirven para describir a la humanidad, en el que hoy debemos centrarnos para comprender el origen del sentimiento que nos ocupa.
Nuestra negativa natural a conformarnos y siempre rechazar todo aquello que se mantiene por tiempo, emprendiendo una nueva búsqueda en consecuencia, es la clave de estos sentimientos que emergen en una realidad social y vital con la que chocan de frente.
Es decir, nuestra esencia biológica nos ‘traiciona’ ante nuestro ideal social, en el que los parámetros que rigen son muy distintos.
Mientras que nuestra naturaleza nos lanza a un eterna búsqueda y cambio adaptativo, nuestros preceptos sociales nos frenan en pro también de una seguridad y garantías vitales razonadas. Aunque pueda resultar algo complicado de entender, no lo es si lo exponemos con otro ejemplo sencillo: mientras que nuestra naturaleza nos lleva a comer mucho para guardar esas calorías y sobrevivir, nuestra conciencia social, tamizada por el conocimiento, nos dice que es mejor racionar los alimentos por salud y como garantía para alargar la durabilidad de los suministros.
Por tanto, cuando te sientes como reza la pregunta del titular de este artículo, lo que está sucediendo es que tu naturaleza humana te alerta sobre que hay que seguir buscando, no conformarse, como mecanismo de protección y adaptación primitivo, mientras que tu conciencia social te indica que posees una situación vital acomodada y segura, en base a las metas que tú misma te marcaste en algún momento del pasado. Y en este ‘doble rasero emocional’ al que nos somete nuestra propia condición humana, surge esa sensación de duda o incomodidad en la que emerge la pregunta que hoy tratamos.
Entonces, ¿qué puedes hacer?; la respuesta es sencilla, primero entender que es algo de lo más natural, segundo poner en valor todo lo que has logrado y te hace feliz en tu situación actual y trazar estrategias para cuidarlo y conservarlo, y tercero, quizás lo más importante, sin duda es el momento de marcarse alguna o algunas nuevas metas que mantengan ocupada esa brújula natural que todos llevamos incorporadas de nacimiento, en la búsqueda de nuestra evolución y avance personal. Recuerda que la suma de nuestra superaciones individuales se cuenta con la del conjunto, suponiendo el avance de toda la especie, ya que todos estamos interconectados y cada una de nosotras puede aportar su granito de arena al resultado final de esa operación.
AnaGT
AnaGT Creativos; información cultural, ciencia, salud y curiosidades. Comprometida con una comunicación fresca y significativa basada en noticias y temas de actualidad de las mejores y más fiables fuentes.
