Todos los veranos la misma historia. Por mucho que nos gusten los meses de calor y la libertad que conllevan, para muchos cada noche es un auténtico suplicio el conciliar el sueño debido a las altas temperaturas.
Vueltas y más vueltas, almohadas empapadas, desesperación y caras de pocos amigos por la mañana.
Rafael Del Río es el jefe de la Unidad de Sueño del Hospital Nuestra Señora de América y somnólogo acreditado por la European Sleep Research Society, y ha publicado un estudio en el que por un lado señala que tres de cada cuatro españoles no descansan todo lo que deberían en las noches estivales y por otro lado da una serie de consejos para que estas horas de calor nocturnas se nos hagan más llevaderas. Veamos lo que recomienda el experto.
Cuida la cena. Aunque no nos apetezca debido al calor, no debemos retrasar la hora de la cena en verano.
El experto recomienda dejar pasar
al menos dos horas entre la cena y la cama, haciendo hincapié en comidas ligeras y evitando bebidas alcohólicas o con cafeína en el mismo lapso de tiempo.
Desconecta todo. Recientes estudios han señalado que para que el descanso sea total, debemos evitar ser deslumbrados por toda clase de luz, y eso incluye las minúsculas pero molestas lucecitas que emiten nuestros aparatos electrónicos mientras se cargan aunque estén apagados. Los expertos recomiendan ocultarlos de la línea directa de nuestra vista aunque sigan cerca nuestra.
Ducha tibia. Aunque muchos utilizamos el truco de ducharnos con agua caliente en verano para pasar luego menos calor por contraste, a la hora de dormir es más recomendable hacerlo con agua templada ya que el agua caliente puede activarnos y la helada contraer los vasos sanguíneos y producir una activación muscular, haciendo que nuestro cuerpo no se encuentre cansado a la hora de dormir.
Evita el aire acondicionado. Por mucho que nos tiente la idea, debemos suprimir el uso de este aparato electrónico o de ventiladores mientras dormimos. No sólo por los problemas de salud que nos puede acarrear, especialmente en la garganta, sino porque el ruido que emite se extiende durante la noche y puede fragmentar el sueño y causar diversos despertares, perjudicando nuestro descanso.
Ejercicio y poca siesta. Otra de las tentaciones del verano es caer rendido ante una placentera siesta, con el riesgo que conlleva llegar sin sueño a la noche. De hecho, es recomendable cansar nuestro cuerpo a base de ejercicio para aprovechar las horas de sueño. Un consejo que no sólo vale para los meses de verano.
Habitación ventilada. Para que el ambiente de nuestro dormitorio no se vicie, se recomienda ventilar la habitación durante las primeras horas del día, cuando aún no hace mucho calor, para a continuación aislarla durante el resto del día con cortinas y persianas para conservar el ambiente fresco en el interior. Otra opción es colocar sabanas empapadas a modo de cortinas o enfriar la habitación con el aire acondicionado con las ventanas cerradas apagándolo antes de meternos en la cama. La temperatura ideal para dormir oscila entre los 18 y los 22 grados.
Poca ropa de cama. Otro consejo que vale para cualquier época del año y especialmente en verano es vestir mientras menos ropa mejor, evitando si es posible la ropa interior elástica. Si no podemos
conciliar el sueño desnudos, los expertos recomiendan un pijama de algodón, más beneficioso para nuestra circulación que otros materiales.
El verano es una época de actividades, pero para que nuestro cuerpo aguante el tirón y disponga de las energías es necesario un buen uso de nuestras horas de sueño. Esperamos que estos consejos te hayan ayudado. Muy buenas noches.
