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Elise Olmstead; la ‘socia’ y mujer del mayor contrabandista de la historia de Seattle en los locos años 20

Los 'mensajes ocultos' en sus retransmisiones de radio

20/01/2020
Durante la ley seca en Seattle en los años 20, Roy Olmstead fue sin duda, el contrabandista de más éxito del condado de King. Olmstead aprendió siendo teniente de la policía, cómo había que hacer las cosas para ser un gran delincuente, y estudió los vacíos que las autoridades no podían perseguir, convirtiendo este conocimiento en una ventaja para su negocio ilícito, al que se entregó en cuerpo y alma.

Roy creó una gigantesca red que incluía grandes barcos, camiones, almacenes y muchos empleados para importar el licor desde Canadá. 

Elise Olmstead fue la segunda mujer de Roy, una chica de origen inglés, apasionada del teatro y la interpretación, con la que el contrabandista se casó en 1924 y con la que fundó la popular American Radio Telephone Company, en Mount Baker. La policía siempre pensó que en las emisiones de obras y poemas que interpretaba Elise en esta estación de radio, iban mensajes encriptados, destinados a la red de contrabando de su marido, en los que se daban órdenes concretas a sus hombres de confianza.

Agentes federales investigaron durante mucho tiempo al matrimonio, y fueron los primeros en realizar escuchas telefónicas en una investigación, gracias a las cuales pudieron demostrar los turbios asuntos en los que andaba la pareja. Hay que recordar que por aquel entonces, el teléfono era un invento reciente. 

Tras una acusación formal en base a las pruebas conseguidas con las escuchas telefónicas, el Gran Jurado Federal en 1925 tiró por tierra el trabajo de los federales al considerar que dichas grabaciones eran inconstitucionales basándose en la 4ta y 5ta enmiendas.

Elise consiguió ser absuelta, pero Roy fue condenado a cuatro años en la Penitenciaría de McNeil Island de la que salió en 1931, convertido en un devoto cristiano convencido de que el alcohol era el demonio, por lo que dedicó el resto de su vida hasta al 1966, a ayudar en la rehabilitación de reclusos de la cárcel de Puget Sound, así como a otros servicios comunitarios.

Esta conversión de Roy no convenció nada a Elise que se divorció de él en 1943 y prosiguió con su vida lejos del mayor contrabandista de la historia de Seattle, convertido a pastor. ç


 

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Comentarios

Ana, de Madrid: Hace 2 años

Granada es una ciudad maravillosa con un encanto muy especial, He probado algunas de las experiencias propuestas, y Hammam Al Ándalus en Málaga que es como si te bañaras en la Alhambra, más que un lujo, un verdadero deleite

 

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