Incluso en un año tan extraño como este 2020 es imprescindible estar preparados para todo, incluyendo la pérdida o el cambio de empleo. Ahora llega septiembre y
nuevas oportunidades laborales se abren ante nosotros por lo que es más que recomendable tener un currículum a mano.
La Universidad de Harvard se ha decidido a echarnos una mano, redactando unos consejos para conseguir el currículum perfecto en un reciente estudio enfocado al mercado que se abre este otoño. Qué debemos incluir. Qué debemos descartar.
Qué debemos resaltar.
Veamos los pasos a realizar para entregar un currículum perfecto.
Datos Personales
En el encabezado de nuestro CV constarán nuestros datos personales siendo estos nuestro nombre, apellidos, número de teléfono e e-mail. Hay dos datos en esta sección que normalmente incluimos pero que los expertos de Harvard desaconsejan: la dirección de nuestro domicilio (totalmente innecesaria en un CV) y nuestra foto. Mostrar nuestro aspecto físico es totalmente innecesario en un documento laboral como este y cada vez son más los expertos en la materia que desaconsejan su uso.
El número de nuestro DNI y nuestra nacionalidad tampoco son datos que la empresa necesite conocer a la hora de encontrar candidatos. En cambio, indicar la posesión de carnet de conducir y vehículo propio dará valor a nuestro CV.
Lo que sí está recomendado es un link a nuestro
perfil en LinkedIn, la red para búsqueda de empleo más extensa de internet. Este perfil mejora si traducimos cada una de sus entradas a los
idiomas que dominamos. Nunca está de más dejar claro que sabemos hacernos entender en otras lenguas. Si no tienes perfil en LinkedIn es recomendable que te crees uno, acción que no debería ocuparte más de quince minutos dependiendo de lo extenso de tu experiencia laboral.
Si además poseemos una página web en la que mostramos nuestro trabajo la incluiremos en el CV, pero solo si la actividad que en ella ejercemos está relacionada con el nuevo puesto.
Dando ejemplos
Independientemente del espacio que ocupe en nuestro CV la experiencia laboral, son muchas las personas que abren otra sección en el documento exponiendo sus puntos fuertes, como por ejemplo ser un buen jugador de equipo. En lugar de hacerlo de este modo incluiremos esta sentencia dentro de la línea de trabajo en el que hemos demostrado ser buenos trabajadores de equipo, sumando esta línea a la de la empresa donde lo hemos realizado y el puesto en el que estábamos designados.
El dilema de las fechas
Incluir las fechas en las que hemos trabajado es recomendable si hemos tenido una vida laboral activa. Pero ¿y en el caso de que hayamos pasado demasiado tiempo inactivos y las fechas de los empleos delaten grandes espacios de tiempo sin rellenar? Aquí entra la picardía de cada persona. Si queremos ocultar esos periodos de desempleo lo ideal es no incluir las fechas, pero si no hemos dejado de trabajar nunca estas mismas fechas serán uno de nuestros fuertes.
CVs para cada ocasión
Hablábamos en el punto anterior de personalizar nuestras fechas, un consejo que podemos extrapolar a todo el currículum. Aunque sea un trabajo extra, lo ideal es personalizar todo nuestro currículum en vista a la empresa y puesto que estemos buscando. Podemos añadir los programas informáticos que dominamos si sabemos que se utilizan en este nuevo puesto, descartar todos los periodos laborales que no tengan nada que ver con el nuevo trabajo, resaltar los que sí o hacer hincapié en las experiencias laborales más similares a la ofertada.
¿Abrimos una nueva sección en el CV para redactar nuestra formación ya sea profesional o universitaria? Solo en el caso de que esa formación esté relacionada con el puesto al que estamos optando. De lo contrario estamos añadiendo datos inútiles que el seleccionador descartará.
Extensión del documento
Lo ideal según los expertos en que nuestro CV no ocupe más de la carilla de un folio, ya sea físico o digital. Para aquellas personas cuya experiencia laboral haya sido extensa esto puede resultar un problema: ¿y si no nos cabe todo? Aquí pondremos en práctica lo aprendido del punto anterior mostrando nuestra pericia al resumir y descartando del CV todo aquello que no sea necesario para cada caso.
Diseño
El CV es el primer contacto que tendremos con la nueva empresa y según el refranero las primeras impresiones son las que cuentan. No hay que realizar ninguna pericia cromática ni diseños experimentales, a no ser que el puesto al que optemos esté relacionado con el diseño, por supuesto.
Un CV atractivo es aquel que se lee con facilidad y que señala con claridad donde acaba un apartado y comienza el siguiente. El uso de diferentes colores para cada sección en más que recomendable, pero lo ideal es ceñirnos a colores como el negro y el azul. Descartemos el rojo por su asociación a "examen corregido" que no crea excesiva confianza.
Este orden en nuestro CV no solo hará más fácil para el seleccionador su lectura, sino que además denota que somos personas ordenadas a la hora de hacernos entender
La redacción de cada entrada ha de ser concisa e informativa, evitando incluir comentarios personales que no aporten nada en nuestra selección. Evita el uso de pronombres personales (yo, ellos...). Ni que decir tiene que una ortografía errónea y con faltas es un no absoluto.
Revisar varias veces el documento antes de enviarlo está más que recomendado y si podemos hacer que una persona de confianza lo haga después de nosotros, mejor.
Estos son los consejos que los expertos de Harvard. Si a ellos le ha funcionado, a nosotros también.
Manuel Varela
Redactor web
