El cáncer es un diagnóstico aterrador que suena siempre mal. Probablemente, cada persona tiene alguno de sus amigos o familiares, cercanos o lejanos, que alguna vez ha padecido cáncer. Se cree que es posible reducir el riesgo de muchos tipos de cáncer siguiendo un estilo de vida saludable y tomando algunas precauciones. Todos queremos vivir más tiempo y mantenernos saludables mientras evitamos diversas enfermedades, especialmente el cáncer.
¿Es posible la prevención?. Sí, algunos cánceres se pueden prevenir, o al menos reducir, mediante simples cambios en el estilo de vida. Los malos hábitos pueden provocar problemas de salud graves, incluido el cáncer. Simplemente intente introducir algunos hábitos saludables nuevos en su vida para ayudar a prevenirlo.
Los hábitos saludables ayudan en todos los tipos de cáncer, incluso el de mama:
El cáncer de piel puede desarrollarse repentina y rápidamente, pero se puede prevenir fácilmente protegiendo la piel del sol. Rsp insiste en limitar la exposición directa al sol en su piel (trate de estar a la sombra siempre que sea posible, use pantalones largos y camisas de manga larga) y aplique protector solar todos los días, no solo en la playa.
Dejar de fumar. El cáncer de pulmón es el peor tipo de cáncer y muchos casos de cáncer de pulmón son causados por fumar. Dejar de fumar también puede reducir el riesgo de cáncer de estómago, cuello uterino, páncreas, laringe, garganta, boca, esófago y vejiga. Al reducir su exposición al humo de segunda mano, también reducirá su riesgo de cáncer. Y piense en sus hijos y parientes no fumadores. ¿Está dispuesto a arriesgar su salud y su vida también por el dudoso placer de fumar?
Trate de beber alcohol con moderación. El consumo excesivo de alcohol puede aumentar su riesgo de desarrollar cánceres de garganta, boca y laringe, así como de mama, hígado y colon. Para la prevención del cáncer, evite beber demasiado o con demasiada frecuencia.
Controle su dieta. Para reducir su riesgo de cáncer, coma más alimentos de origen vegetal, al menos cinco porciones de frutas y verduras todos los días. Esté atento a las plantas crucíferas, especialmente el brócoli. Elija cereales integrales como pan, pasta y cereales sin pelar. Reduce el consumo de carne roja. Los nitratos y nitritos tienen un efecto cancerígeno en el organismo. Acechan en verduras, frutas, hierbas y todo tipo de deliciosa gastronomía. De las verduras: las verduras recogen los nitratos de la manera más voluntaria.
Evite la comida rápida. Grasas trans, aditivos alimentarios dudosos, carne y patatas fritas en el mismo aceite. Todos estos alimentos nocivos son excelentes carcinógenos. Evitar esos establecimientos de comida rápida es uno de los mejores tipos de prevención.
Mantenga un peso corporal saludable. Se han asociado varios tipos diferentes de cáncer con la obesidad, incluidos los cánceres de mama, colon, endometrio y próstata. Hay muchas pautas sobre cómo comer bien para perder peso y cómo mantener su línea en un nivel saludable. No se olvide del ejercicio.
Prevención del cáncer: ¿una vacuna contra el cáncer?
Por desgracia, para la mayoría de los cánceres, aún no se ha inventado una vacuna, pero existe una que puede ayudar a prevenir el cáncer de cuello uterino. Esta vacuna protege contra el virus del papiloma humano (VPH), que puede causar cáncer de cuello uterino. Los padres de mujeres jóvenes y niñas deben considerar la vacuna contra el VPH como una verdadera prevención del cáncer de cuello uterino.
Prevención del cáncer: detección
Los principales tipos de exámenes de detección disponibles actualmente para detectar el cáncer incluyen:
-Mamografía para la detección temprana del cáncer de mama: todas las mujeres deben ser examinadas periódicamente por un médico especialista, especialmente las menores de 50 años.
-Un estudio bioquímico de heces para sangre oculta puede revelar cáncer de colon en las primeras etapas. Esto es especialmente importante si su familia ha tenido este cáncer o si tiene una enfermedad inflamatoria intestinal. Según los resultados del análisis, se prescribe una colonoscopia.
-Una prueba del virus del papiloma humano puede ayudar a identificar el riesgo de cáncer de cuello uterino.
-Otra forma de diagnóstico temprano de tumores es el análisis de marcadores tumorales. Los marcadores tumorales son sustancias específicas que se forman en la sangre o en la orina después de la aparición de un tumor como resultado de su metabolismo o como respuesta del organismo. Significativamente, los resultados positivos de la prueba pueden indicar la presencia de un tumor o pueden indicar un proceso inflamatorio u otros cambios en el cuerpo. Entonces, si el análisis mostró la presencia de marcadores tumorales en la sangre u orina, es prematuro entrar en pánico. Esto solo significa que debe consultar a un médico y realizar la investigación clínica necesaria. Cuanto antes lo haga, mejor para su salud y su tranquilidad personal.
Lleve un estilo de vida saludable y practique una buena nutrición.
Un estilo de vida saludable y exámenes de detección de cáncer oportunos pueden ayudar a reducir su riesgo de desarrollar muchos tipos de cáncer. En nuestras manos, si no todo, hay mucho. Incluida la prevención del cáncer.
Factores de riesgo de cáncer de mama
Ciertas afecciones pueden aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer de mama, según Mskcc. Estas condiciones se denominan factores de riesgo. Algunos factores de riesgo son controlables y otros no.
Los siguientes son ejemplos de factores de riesgo que no se pueden cambiar:
-Pertenecer al sexo femenino
-Inicio temprano de la menstruación
-Años
-Predisposición hereditaria (casos de desarrollo de cáncer de mama en familiares)
-Presencia de genes (ADN) de cierto tipo que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama
Los siguientes son ejemplos de factores de riesgo que se pueden cambiar:
-Tener sobrepeso u obesidad (peso no saludable), especialmente en mujeres posmenopáusicas (el final permanente de los ciclos menstruales)
-Falta de actividad física
-Consumo excesivo de alcohol
-Fumar
Cáncer de mama en hombres
En los hombres, los factores de riesgo son los mismos que en las mujeres. La mayoría de las recomendaciones de dieta y estilo de vida en este caso son adecuadas para todos. Si tiene preguntas sobre cierta información, consulte a su médico.
La clave: Mantener un peso saludable
Lo primero que puede hacer por su salud en general es lograr y mantener un peso corporal saludable. Las mujeres posmenopáusicas que tienen sobrepeso u obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Los estudios han demostrado que un aumento de peso significativo durante o después del tratamiento del cáncer de mama puede aumentar tanto el riesgo de recurrencia del áncer de mama como el riesgo de desarrollar otros tipos de cáncer.
Índice de masa corporal IMC
El IMC es una medida del peso corporal basada en la altura. Esta es una forma de calcular el peso corporal. El IMC no proporciona una indicación de la relación entre la masa muscular y el exceso de grasa corporal en el cuerpo, por lo que no puede ser el único indicador del bienestar general. Sin embargo, este índice puede ser una herramienta útil para evaluar el riesgo para la salud y el de enfermedad. En la mayoría de los casos, el IMC de un adulto normalmente oscila entre 18,5 y 24,9.
Seguimiento del aumento de peso después del diagnóstico y el tratamiento.
Después de ser diagnosticada y tratada por cáncer de mama, las personas a menudo aumentan de peso. Las personas pueden aumentar de peso durante o después del tratamiento por muchas razones. Entre ellas:
-Comer demasiadas calorías de los alimentos
-Falta de actividad física
-Inicio temprano de la menopausia
-Depresión (fuertes sentimientos de tristeza) y ansiedad (fuertes sentimientos de ansiedad o miedo)
-Una sensación de hambre inusualmente fuerte por tomar esteroides
-Comer alimentos para calmarse o hacer frente a las emociones
Si ha aumentado de peso, puede resultar difícil adelgazar. Por tanto, es importante tratar de mantener un peso saludable durante el tratamiento. Siga las pautas a continuación para ayudar a prevenir el aumento de peso. En consulta con su nutricionista dietista clínico, trabaje para lograr sus objetivos de peso.
-Tener una dieta equilibrada.
-Hacer ejercicio regularmente.
-Controle el tamaño de la porción.
-Siempre calcule en el plato cuánto comió. No coma de un recipiente o bolsa.
-No coma frente al televisor, en el portátil u ordenador (por ejemplo, cuando revisa el correo o mira una película) o mientras habla por teléfono.
-Beba 8 vasos (8 onzas [240 ml]) de líquido todos los días. Prefiera el agua y otras bebidas sin calorías como el agua mineral.
-No beba más de 1 taza de jugo de frutas al día. Aunque recuerde que los expertos indican que mejor que beber jugo es ingerir frutas enteras.
No es necesario que cambie toda su dieta a la vez. Puedes fijarte 1 o 2 metas cada semana. Si fracasas, puedes aprender de tus errores. Los pequeños cambios a lo largo del tiempo conducen a resultados notables. Consulta siempre a tu médico.
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