Parece que fue ayer. Eran los 90 y las supermodelos gozaban de tanta fama como las estrellas del cine o de la música. Su popularidad trascendía las pasarelas, los eventos y superaba a la de los propios diseñadores.
Eran los tiempos de Claudia Schiffer, Naomi Campbell o Cindy Crawford.
Pero como decíamos, han pasado la friolera de 20 años. Y aunque alguna de las modelos más importantes de aquella época siguen haciendo sus pinitos en el mundo de la moda, ha pasado el tiempo suficiente para que ahora sea su descendencia la que acapare los focos.
Y, qué duda acabe, el legado de
Cindy Crawford va a seguir vivo muchos años más.
Esto últimos meses hemos visto el ascenso en el mundo de las pasarelas de Kaia Gerber Crawford, la hija menor de Cindy y el empresario Rande Gerber, pero quien llama hoy nuestra atención es el otro vástago de la top model.
Hablamos de Presley Walker Gerber, que a sus recién cumplidos dieciocho años está empezando a labrarse su propio nombre dentro del mundo de la moda.
Un simple vistazo a Presley es lo que necesitamos para constatar que es hijo de su madre.
Como si de una firma personal se tratara, el guapo y joven modelo presenta junto a su boca un característico lunar, la marca de la casa de su familia, aunque curiosamente Presley lo tiene en el lado contrario al de su madre.
Con su 1'83 metros de altura y una complexión delgada, Presley está dando que hablar a la prensa rosa y no sólo por los desfiles en los que empieza a participar. Se está convirtiendo en toda una personalidad de la noche al contar entre su grupo de amigos a famosos como las hermanas Hadid, Jon Kortajarena, Taylor Swift, Karlie Kloss,
Cara Delevingne o Harry Styles.
En lo estrictamente profesional, el chaval tampoco puede quejarse. En su corta carrera ha desfilado para firmas internacionales tan importantes como Ralph Lauren, Moschino o Dolce & Gabbana.
Las aficiones de Presley van desde el golf hasta el surf, pasando por su verdadero amor, la fotografía. Y no sólo como modelo, sino como fotógrafo. En su cuenta de Instagram podemos disfrutar tanto de fotos de él como maniquí como de sus primeros trabajos al otro lado de la cámara.
Solo el tiempo dirá si los hijos de aquellas fabulosas supermodelos de los años 90 consiguen el mismo impacto que sus madres.
Redacción COSMO
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