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Este verano tienes una obligación: echarte la siesta

Beneficios para la salud de dormir la siesta

18/08/2015
La siesta, o lo que es lo mismo, el yoga español, nos encanta. Y no sólo a nosotros, esta costumbre ancestral se ha extendido a medio mundo y cada vez son más los que se suman con un let´s take a nap! (¡vamos a echarnos una siesta!).

Ayuda a problemas cardiovasculares. Estamos cada vez más horas en activo e incluso dormimos menos. Con el tiempo, arañar minutos o incluso horas de nuestro reposo diario no hace sino aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares, hipertensión e ictus. Por ello, dormir la siesta puede servir de acicate para reducir estas amenazas de salud. Según un estudio publicado en la revista International Journal of Behavioral Medicine, dormir hasta 45 minutos de siesta ayuda a la recuperación cardiovascular tras una prueba de esfuerzo e incluso la presión arterial promedio era más baja que aquellos participantes del experimento que no durmieron tras la comida.

Tus neuronas te lo agradecerán. Dormir después de comer está ganando cada vez más adeptos. Según una investigación publicada en la revista Neuron y llevada a cabo por la Universidad de Manchester (Inglaterra), demostraba cómo las neuronas que nos mantienen despiertos acaban “desconectadas” tras la comida, de ahí ese sopor al que estamos tan acostumbrados en la sobremesa. Se trata de las neuronas que producen una proteína llamada orexina, responsable del sueño y la vigilia. Así, la siesta es una respuesta natural del organismo para recobrar energías.

La siesta es buena para el cerebro. De 5 minutos a 30 minutos. Los efectos positivos de descansar la mente tras la comida pueden durarnos de 1h a 3h, según las conclusiones de un estudio publicado en la revista Progress in Brain Research. Este reposo, este momento de tranquilidad y sosiego, “refresca” nuestro cerebro y su efecto es casi inmediato, ya que mejora nuestro funcionamiento cognitivo. Sin embargo, si la siesta se prolonga más de media hora puede provocar precisamente lo contrario.

Reduce el riesgo de obesidad. A pesar de lo que pueda parecernos, existen multitud de estudios que determinan que la siesta nos ayuda a mantener un peso saludable. Así, un estudio llevado cabo por la Universidad de Navarra (España) y publicado en la revista Obesity Facts, concluía que dormir menos de 5 horas diarias aumentaba el riesgo de obesidad; sin embargo, si añadíamos un tiempo de siesta diario, esta tendencia a la obesidad se convertía en una herramienta de mantenimiento de peso saludable.
Disminuye la presión arterial. Las personas que duermen siesta tienen mejores valores de presión arterial. Esta es la conclusión de una investigación publicada en la revistaThe Journal of Human Hypertesion que afirmaba que la actividad de dormir la siesta reduce la presión sistólica y ayuda a combatir la hipertensión.

Potencia la memoria y el aprendizaje. Dormir 30 minutos -o menos- de siesta tras la comida ha resultado ser beneficioso en el aprendizaje y para nuestra memoria, según determinó un estudio publicado en la revista Neurobiology of Learning and Memory. Y es que el sueño nos ayuda a concentrarnos, a rendir más y por tanto a mejorar nuestro aprendizaje en general.

Ahora bien, dormir más de 30 minutos de siesta es perjudicial, esos siestorros de 2 horas de duración hay que evitarlas ya que luego al despertarnos nos podemos sentir apáticos, más cansados y desarrollar trastornos del sueño.




 

Redacción COSMO
Noticias escritas por el equipo de redacción de COSMO.


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