¡Suben las temperaturas! Y claro, lo más apetecible es el agua, en todos sus sentidos. Bien, pues mucho cuidadito este verano con apagar fuegos en el mar o en la piscina, porque tener relaciones sexuales en el agua conlleva todos estos riesgos:
Dolor. ¿Quién dice que el agua ayuda a lubricar? ¡Nada de nada! Más bien al contrario:
el agua de mar reducirá bastante, e incluso eliminará totalmente,
la lubricación natural. Lejos de estar como peces en el agua, seréis víctimas de
la sequedad, la irritación y la fricción.
Y si es en una piscina,
el cloro puede irritar la vulva o la vagina tras el coito.
Bacterias. En el agua del mar, de la piscina, de un lago o de un río pululan bacterias de todo tipo que tu piel tolera bien, pero que no necesariamente quieren estar en contacto con tus zonas íntimas. Especialmente en una piscina, si el agua no está lo suficientemente limpia y no tiene la cantidad de cloro correcta, te arriesgas muy mucho a coger una infección urinaria. Y al revés: un agua demasiado clorada puede favorecer la
aparición de hongos.Preservativo. El hecho de hacer el amor en el agua no implica, de ningún modo, que no tengas que protegerte. Y muy importante, cuando se use un condón para tener relaciones en el agua, hay que
ponérselo y que quitárselo fuera del agua. Además, otro falto mito es que si lo haces dentro del agua no te quedas embarazada, ¡rotundamente falso! Así que si el verano que viene no queréis ser 3 en el agua, más vale que tú y tu pareja uséis protección.
ETS. Otro riesgo, y no menor, es el de coger una enfermedad de transmisión sexual (ETS). La
fricción causada por la falta de lubricación aumenta el riesgo de que
el preservativo se rasgue, y con ella la transmisión de enfermedades.
Multas. Además de todo esto, puede que encima la gracia te salga cara. Tener relaciones sexuales en espacios públicos puede tener multa. Depende de las distintas ordenanzas municipales pero pueden llegar hasta los
3.000 euros.
Redacción COSMO
Noticias escritas por el equipo de redacción de COSMO.