El ritmo de la vida moderno puede agotarnos física y mentalmente, pero sin importar cuán cansados estén, un alto porcentaje de personas
no puede conciliar el sueño una vez llegan a la cama.
A la hora en la que se necesita el relax son muchos los que no pueden caer en las redes de Morfeo. Problemas en casa, líos en la oficina, incertidumbre por el futuro... un simple pensamiento nos puede mantener desvelados, corriendo el riesgo de pasar una mala noche sin descansar y no poder afrontar los problemas del mañana con la energía necesaria para ello.
Por ello, desde Cosmo te damos algunos trucos para que puedas aprovechar tus horas de sueño.
1- La ducha, por la tarde: muchas personas prefieren ahorrar un tiempo precioso duchándose por la noche en lugar de por la mañana, pero esto puede ser un error. La temperatura que mantenemos tras una ducha de agua caliente nos hará sentirnos más despiertos, por lo que es recomendable hacerlo al menos un par de horas antes de meternos en la cama, cuando este efecto se haya pasado.
2- Los aparatos electrónicos, fuera: por varios motivos. Ojear
Facebook, Twitter o cualquier otra red social mantendrá a la cabeza
dando vueltas sobre aquello que has leído.
Además, móviles y ordenadores trabajan mediante
impulsos electrónicos, una de las muchas causas del insomnio moderno, y no es aconsejable tenerlos cerca. Y
las luces de estos aparatos pueden influir en nuestro sueño aunque tengamos los ojos cerrados, pues pueden seguir notándose a través del párpado y suspender así el flujo de la hormona que nos ayuda a conciliar el sueño, la
melatonina. ¿Lo mejor? La música y la lectura.
3- Evitar las comidas pesadas: como pasa con la ducha, es mejor no irnos a la cama inmediatamente
después de la cena. Tendremos más dificultades para dormir si aún estamos haciendo la digestión. Deberemo
s evitar las comidas picantes o demasiado saladas siempre que sea posible, y optar por las grasas animales, las omega 3, el aceite de palma, el aceite de coco o el pescado.
4- Descansar sobre el lado izquierdo: aunque cada persona tenga su postura preferida, aquellos que duermen sobre el lado izquierdo del cuerpo tienes menos problemas para dormir y
se levantan con más energía. Nuestro sistema linfático, que forma parte de nuestro aparato circulatorio y ayuda al flujo de la sangre, se encuentra en este lado. Además en esta postura, nuestros
riñones y estómagos funcionan de una manera más óptima, facilitando el descanso. Es la posición en la que se recomienda dormir a las mujeres embarazadas.
5- Dormir con un pie destapado: la Fundación del Sueño de Estados Unidos afirmaba recientemente que sacar un pie de las sábanas nos ayudará a dormir mejor, pues debido a su estructura vascular, distinta a la del resto del cuerpo, expulsaría el exceso de calor como si de un regulador de temperatura se tratase y manteniéndonos a una temperatura estable.
Si tienes algún truco más, no olvides mencionarlo en los comentarios. ¡Dulces sueños!
