Con sus
60 años recién cumplidos este mes de enero, el actor y director
Kevin Costner acaba de recibir un homenaje a toda su carrera en una gala celebrada en el hotel Beverly Wilshire por la revista AARP.
Acompañado por su mujer, la diseñadora de joyas Christine Baumgartner, Costner dedicaba el galardón a los llamados "baby boomers", aquellos nacidos entre 1946 y 1964, entre los que el propio Costner se encuentra.
"No se trata de lo viejos que somos, sino de lo jóvenes que son nuestras ideas. Aún somos los "boomers". No somos perros viejos. Aún tenemos la posibilidad de despedirnos a lo grande", señaló el actor.
"Nuestra generación aún tiene tiempo de cumplir su cometido. Aún podemos cambiar el mundo. Tenemos los votos y el dinero".
Kevin Costner nacía en Lynwood, California, un 18 de enero de 1955. En un principio parecía que su vida iría por unos derroteros más deportivos, pues el gran Kevin destacaba prácticamente en cada deporte que practicase. Tras licenciarse en empresariales, coincidió en un avión con uno de sus ídolos, el actor Richard Burton, que le regaló un consejo: para ser felices debemos luchar por nuestros sueños. Al bajar del avión, Costner dejó su trabajo y preparó su mudanza a Hollywood. Por supuesto, como cada actor que llega a la Meca del cine, sus primeros trabajos nada tuvieron que ver con el celuloide.
Una vez instalado en la que sería su carrera, empezó a protagonizar pequeños papeles hasta que su actuación en
Silverado llamó la atención del director Brian de Palma, que le puso en la piel del mismísimo
Eliott Ness en su lucha contra Al Capone (
Robert de Niro). A pesar de su atractivo físico, Costner siempre huyó de los papeles de galán al uso, y en 1990 demostró que era algo más que una cara bonita al ponerse
él mismo a dirigir.
Bailando con lobos tocaba la fibra moral de Estados Unidos y su industria cinematográfica, que siempre había pintado a los indios nativos como los malos de la película. En la gala de la Academia de aquel año,
la cinta se alzaba con 7 Oscar, entre los que se encontraban los de mejor película, mejor director y mejor guion adaptado.
Fue la época dorada de Costner, que llego a trabajar con los directores más admirados de la época, como
Oliver Stone o Clint Eastwood en películas como
JFK o Un mundo perfecto. Fue en esa época en la que se divorció de
Cindy Silva, que había sido su esposa desde sus tiempos de estudiantes y se le empezó a relacionar con algunas de las mujeres más bellas de los 90:
Elle Macpherson,
Courteney Cox,
Naomi Campbell,
Carla Bruni...
El público también le sonreía. Al gran éxito de
Robin Hood: príncipe de los ladrones, que devolvía a Hollywood el cine de capa y espada, habría que sumarle el de
El guardaespaldas, una de las cintas más taquilleras y recordadas de la década de los 90 y en la que se saltaba la primera regla de su profesión en la ficción (nunca te enamores) al poner sus ojos sobre la malograda
Whitney Houston.
En 1995 comenzaron los
problemas. Llegó casi a arruinarse intentando sacar adelante la cinta
Waterworld y no le fue mucho mejor con su siguiente película como director,
Mensajero del futuro. Ambos filmes no recaudaron lo esperado y la taquilla empezaba a mirar con malos ojos a Kevin.
Ya en el nuevo milenio Costner volvió a adaptarse a la industria y ha estrenado nada menos que seis películas en los últimos dos años. Ahora con los 60 recién cumplidos, afirma que aún le queda cuerda para rato. Y nosotros que lo veamos.
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Dicen por ahí este
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Redacción COSMO
Noticias escritas por el equipo de redacción de COSMO.